El sector privado en la mayor de Las Antillas, presente en un amplio espectro de actividades económicas, se erige en un factor de peso para la expansión del turismo en el archipiélago.

Unas 60 mil habitaciones hoteleras estatales están a disposición de los visitantes internacionales, unido al hecho de que varias cadenas extranjeras corren con la gestión de los establecimientos.

Meliá, Accor y Blue Diamond figuran en una extensa lista de compañías foráneas que aportan su experiencia y calidad del servicio para la industria cubana del ocio.

Asimismo, unas nueve mil habitaciones están habilitadas para el arrendamiento por parte del sector privado, e incluso la creciente demanda llevó a la concertación de acuerdos entre turoperadores y los arrendadores.

En esa dirección destacan las opciones presentes en destinos relevantes como Viñales –en la occidental provincia de Pinar del Río- y Trinidad, donde la oferta no estatal tiene especial relevancia para el turismo.

Cabe mencionar que si bien el alquiler de casas particulares se practica desde los años noventa del pasado siglo, se aprecia un auge bajo la influencia de diversos factores.

En esa dirección se menciona el proceso de restablecimiento de las relaciones con Estados Unidos y el sustancial incremento de los enlaces aéreos con el extranjero.

Air China, Eurowings y Aerolíneas Argentinas comenzaron las operaciones hacia Cuba, unido al retorno de la española Iberia, el inicio de vuelos de Copa Airlines hacia el centro del país e Interjet a Varadero.

En ese escenario destaca la capital cubana, rica en tradiciones, muestras arquitectónicas, cultura y clima caribeño, complementada con instalaciones y obras vinculadas la actividad turística.

Cerca de 140 de las edificaciones localizadas en el centro histórico de la capital cuentan con un origen que se remonta a los siglos XVI y XVII, otras 200 al XVIII y más de 460 al XIX, conformando así una mezcla plena de atractivos para los gustos más exigentes.

Precisamente, esa zona es una de las preferidas por los visitantes a la hora de escoger la posibilidad de alojarse en una vivienda privada e insertarse de lleno en el diario quehacer de los cubanos.

Mientras, reservas naturales, de la biosfera, paisajes naturales, parques nacionales y áreas protegidas conforman una extensa red de ofertas, marcada por su riqueza, excelente conservación y características únicas que la distinguen en la región.

Las cálidas aguas que bañan a la mayor de Las Antillas ponen a disposición de los vacacionistas las posibilidades de disfrutar de actividades náuticas que acompañan a los tradicionales baños de mar.

Unido a ello, el buceo tiene a su disposición más de 70 mil kilómetros de la plataforma insular cubana, con unos cinco mil kilómetros de costas, bañadas a su vez por el Océano Atlántico y el Mar Caribe.

Tres decenas de centros especializados operan en todo el territorio del país caribeño, con facilidades para cursos de iniciación e inmersiones en barreras coralinas y cavernas, todo ello bajo los parámetros exigidos a nivel internacional en esa actividad.