La República de Cuba, marcada por una riqueza natural única repartida en mas de cuatro mil cayos e islotes, constituye tambien una plaza fuerte para las diversas variantes del turismo de naturaleza, entre ellas la observación de aves.
Sol, playa, cultura, tradiciones e historia se combinan con la oferta cada vez mas demandada del entorno, favorecida por la existencia de numerosas reservas naturales, ecológicas, de la biosfera, áreas protegidas y parques nacionales.
La avifauna cubana es muy diversa, con mas de 350 especies presentes en las islas y cayos que conforman el país, con destaque para las marinas y de regiones boscosas, marcadas además por un alto grado de endemismo.
La ubicación geográfica del archipiélago cubano, llamado antaño la llave del golfo, lo convierte en una ruta obligada para las aves migratorias que viajan largas distancias, en busca de alimentos y refugio seguro desde América del Norte hacia el Sur y en su itinerario de regreso.
Gran cantidad y variedad de aves, en especial durante la época invernal, aprovechan los ríos, lagunas, presas y cayos que abundan por doquier en la mayor de Las Antillas.
La nación caribeña cuenta además entre las aves con el singular pájaro mosca o zunzuncito, clasificado como la más pequeña del mundo y conocido por la posición horizontal que adopta al libar el néctar de las flores, con una longitud que apenas alcanza los 60 milímetros y localizado solo en los bosques aislados.
Otra de las especies características de Cuba, atractiva por sus vistosos colores, es la cotorra, presente en zonas como la Ciénaga de Zapata, la Isla de la Juventud y en el macizo montañoso de Guamuhaya, en el centro del país.
Con un origen que se remonta a miles de años, la peculiar ave tiene la virtud de imitar la voz humana y aprender algunas palabras, además de ser fácil de domesticar.
Decenas de sitios a lo largo y ancho del país brindan la posibilidad a los vacacionistas para apreciar en todo su esplendor los más hermosos ejemplares de la avifauna cubana, tanto aquellos que son propios del país como los miles que arriban cada año en la época de migraciones.
Precisamente en la Ciénaga de Zapata, considerada el mayor humedal del Caribe, se encuentran variedades únicas como el Gavilán Caguarero, la Ferminia, el Cabrerito y la exclusiva Gallinuela de Santo Tomás.
Colonias de flamencos rosados pueden verse en diversos puntos de la geografía cubana e incluso variedades como el ibis blanco, también llamado pájaro coco, contribuyen con su presencia al nombramiento de sitios como el popular y demandado Cayo Coco, en el polo turístico Jardines del Rey.
Vinculado con la identidad de la isla esta el Tocororo, presente en todas las provincias y con su hábitat en bosques tupidos en las sierras calizas, y también considerado como el ave nacional debido a la semejanza de los colores de su cola con los de la bandera cubana (blanco, rojo y azul).
Con ese complemento singular, la oferta de naturaleza para el ocio en la isla constituye uno de los platos fuertes del sector turístico para atraer a los miles de vacacionistas interesados en conocer el país caribeño.