La provincia de Cienfuegos, localizada en la porción central del archipiélago cubano, figura como una plaza fuerte para el turismo de recorrido y estancia, apoyada en numerosos atractivos naturales, hermosas playas e historia.
Sede tradicional de actividades náuticas de carácter internacional, también ostenta una variada riqueza arquitectónica y recoge numerosas leyendas que estimulan el interés de los visitantes foráneos por ese territorio.
Una de ellas esta vinculada a la Laguna de Guanaroca, espejo de agua salobre donde se derrama parte del río Arimao, y que tiene su origen en la historia aborigen de la mayor de Las Antillas.
Guanaroca fue precisamente la primera mujer, creada por Maroya -la luna de los siboneyes- para acompañar a Hamao, y de cuya unión nació Imao, prematuramente fallecido y ocultado por su padre en un gran güiro.
Desesperada, Guanaroca buscó al pequeño, y una vez que lo encontró, como por arte de magia vio al romperse que del güiro brotaban peces, tortugas y gran cantidad de líquido.
Entonces, del mayor de los quelonios surgió la península de Majagua, en tanto los restantes aportaron el resto de los cayos de la geografía cienfueguera, mientras los peces formaron los ríos que bañan el territorio de Jagua y las lágrimas de la desconsolada madre se recogieron en la actual laguna de Guanaroca.
Otra de las historias tiene su origen en la época de la colonia, cuando el castillo de Nuestra Señora de Los Angeles servía de centinela insomne ante las incursiones de piratas y corsarios en las costas de Cuba.
La Leyenda de la Dama Azul, transmitida de generación en generación, cuenta que en los primeros años de la fortaleza, a altas horas de la noche surgía de la capilla del castillo una especie de sombra de mujer, elegante y vestida de brocado azul, la cual después de recorrer los altos muros desaparecía de repente.
La guarnición de la fortaleza, con hombres habituados al peligro, comenzó a resistirse al enfrentamiento a la misteriosa aparición, hasta la llegada de un oficial dispuesto a demostrar la verdad en torno al supuesto fantasma.
La noche de los sucesos, cuenta la leyenda, el joven avanzó decidido al encuentro de la llamada Dama Azul, y solo a la mañana siguiente, los soldados lo encontraron tendido en el suelo y sin conocimiento, con la espada partida y a su lado una calavera y un rico manto azul.
El oficial perdió la razón después de esa fecha, sin que se llegara a conocer cuando de verdad había en las historias de la época, divulgadas de boca en boca hasta nuestros días.
Los visitantes que acuden a Cienfuegos se encuentran también con la referencia al personaje de Jagua, la cual -de acuerdo con las tradiciones indígenas- fue la deidad que les enseñó las artes de la pesca, la caza y la agricultura.
Los mencionados elementos, presentes en la historia del territorio, aportan un toque singular a las opciones que brinda la provincia para el turismo -nacional y foráneo-, con un peso cada vez mayor en ese dinámico sector de la economía cubana.