La otrora Villa de la Santísima Trinidad, en la región central de la mayor de Las Antillas, encierra además una importante riqueza natural, apoyada en mas de cuatro siglos de historia y un amplio espectro de tradiciones.
Sitio de obligada estancia para los miles de vacacionistas que transitan por esa porción del archipiélago cubano, Trinidad esta bordeada de áreas montañosas de frondosos parajes, con valles famosos por los restos de ingenios que aun se conservan.
En esa zona se ubica además la Sierra del Escambray, cuna de las mas variadas formaciones vegetales, desde los inigualables helechos arborescentes y orquídeas silvestres hasta los bosques de coníferas, unido al complemento que aportan varias especies endémicas en la fauna.
El territorio de una de las primeras villas fundadas por los españoles en la isla cuenta también con extensos sistemas cavernarios, los cuales encierran las más diversas historias vinculadas a la existencia de la localidad y los primeros habitantes del país.
En especial destaca la leyenda vinculada a la cueva La Maravillosa, integrada en un conjunto de dos decenas de grutas en el sur de la cordillera del Escambray, y que vincula a la india Caucubú, del cacicazgo de Guamuhaya, con su eterno amor Naribó.
Esa historia tuvo un trágico final, pues la joven se refugió en una cueva y murió de amor al conocer que Naribó se lanzó contra las piedras, una vez que supo la intención del padre de Caucubú de entregarla al gobernador de la villa.
Una fuente en honor a la india se localiza en el interior de la cueva La Maravillosa, apoyada en la tradición de que sus aguas tienen la virtud de rejuvenecer a aquellas personas que la beben o se lavan con ella.
Para los curiosos, el mito se refleja en el fondo del lago, donde descansan miles de monedas de diversos países y épocas, como una señal de pago por los favores de la bella joven al solicitar de ella se les concedan determinados deseos.
Los conocedores destacan el encanto de la caverna, con una temperatura agradable, ambiente tranquilo y una singular gama de colores, cuyo origen esta en los minerales arrastrados por las aguas a la cueva.
La riqueza para los amantes de la espeleología esta en las estructuras de unas dos mil estalagmitas que penden del techo, para confirmar aun más el nombre de Maravillosa que ostenta ese peculiar sitio de Trinidad.
Conocedores de la historia afirman que muchos turistas retornar a la villa de la Santísima Trinidad para pagar por los deseos concedidos, rendir tributo a la leyenda de Caucubú o simplemente en la búsqueda de nuevas historias en una localidad que es considerada como la ciudad museo de Cuba.
Por todo ello, el producto turístico de la colonial ciudad va mas allá de su riqueza cultural, hoteles y ofertas de playas, también incluye a las leyendas que complementan la historia de la localidad y actúan como una especie de atractivo peculiar para miles de vacacionistas cada año.