El dinámico crecimiento del turismo en Cuba, convertido en un sector clave para la economía nacional, se apoya en los numerosos atractivos naturales, históricos y culturales localizados por todas partes en la mayor de Las Antillas.
Centenares de kilómetros de excelentes playas, una naturaleza exuberante y virgen se combinan con las tradiciones conservadas en numerosas poblaciones y localidades de la isla, con un origen que se remonta incluso a la época de la colonización.
En el centro de Cuba, Santa Clara -capital de la provincia de Villa Clara- se erige como un sitio de leyenda e historia, transmitidos por monumentos y edificios centenarios que complementan la oferta para los miles de visitantes que cada año transitan por ese territorio.
A pesar de las anécdotas respecto al origen de la urbe, los estudios muestran que su surgimiento estuvo vinculado a intereses de índole económica, los cuales llevaron al nuevo asentamiento en julio de 1689 en el hato de Ciego de Santa Clara, perteneciente en aquel entonces a Antonio Díaz y de Pavia.
Como en la mayoría de las ciudades cubanas, en Santa Clara el desarrollo tuvo su centro en la Plaza de Armas, llamada también posteriormente -entre otras denominaciones- Parque El Recreo, hasta el nombre final de Parque Leoncio Vidal.
Declarada Monumento Nacional a finales de los años 90, la mencionada área acoge además importantes obras monumentales que recuerdan acontecimientos de las luchas por la independencia de la mayor de Las Antillas en mas de un siglo.
Santa Clara conserva con esmero los nombres originales de sus barrios, en recuerdo a una historia que acumula ya mas de 300 años de vida.
Precisamente, en los alrededores del Parque Vidal, sitio de obligado descanso para los habitantes de la urbe y sus visitantes, se localizan sitios de relevancia como la Biblioteca José Martí, la cual sirvió de tribuna en 1899 al Generalísimo Máximo Gómez a su paso por ese territorio.
Asimismo, en el contexto arquitectónico de esa plaza destaca el hotel Santa Clara Libre, inaugurado en 1956 y convertido en el inmueble mas alto de Santa Clara, como una especie de mirador que permite contemplarla en todo su esplendor y a la vez sirve de orientación a los vacacionistas que arriban a la capital de la provincia.
Desde 1885, la urbe cuenta con los servicios del Teatro La Caridad, edificado en el espacio que ocupó la Ermita de la Candelaria; primer templo que tuvo la Villa y el cual había sido construido en 1696 por iniciativa del Padre Juan de Conyedo.
La oferta de la ciudad se complementa con el Menjunje, un rústico espacio cultural con bar, música tradicional cubana, teatro, espectáculos para niños y exposiciones de artistas plásticos, el cual centra la atención de intelectuales y creadores de todo el país.
Un moderno Boulevard, con su característico y constante flujo de pobladores y visitantes, constituye el aporte mas reciente a Santa Clara, donde además se destaca el Memorial dedicado a la figura de Ernesto Che Guevara, conocido como el Guerrillero Heroico y ubicado en la Plaza de igual nombre.