La provincia de Ciego de Avila, en la parte centro-oriental de la mayor de Las Antillas, cuenta entre sus atractivos con un enorme potencial en la industria azucarera, acompañado de las características únicas que aporta una cultura centenaria.
Con una extensión cercana a los siete mil kilómetros cuadrados -incluyendo los islotes que integran la cayería adyacente-, en ese territorio predomina el relieve llano y las fértiles tierras, de vital importancia para la agricultura.
Localizada en una de las partes más estrechas de la isla, la provincia está dividida en 10 municipios, con la ciudad capital ubicada hacia el centro, más o menos equidistante de todos los territorios.
Pero Ciego de Avila es también un sitio de historia, parte de la cual puede apreciarse en el Museo Municipal de la ciudad de Morón, donde se exhibe el Idolillo de Barro junto a más de mil 600 piezas arqueológicas aborígenes que fueron encontradas en 1947 a pocos kilómetros de esa urbe.
Asimismo, entre las piezas claves de la cultura destaca el Teatro Principal, el cual terminó de edificarse en 1927 y esta considerado por los expertos como uno de los de mejor acústica en el archipiélago cubano.
Figuran en el entorno de la provincia la iglesia de San Eugenio de la Palma, patrón de la ciudad capital, la Casa de la Cultura, la Galería de Arte y las tradiciones del barrio Jamaica, en Baragua, las fiestas de Majagua, las parrandas de Chambas y de Punta Alegre.
La geografía del territorio dispone de escasos y cortos ríos, como consecuencia, en lo fundamental, de la condición estrecha de la Isla, mientras el relieve casi plano posibilita que la mayor parte de las abundantes precipitaciones pasen al manto freático.
De los pocos cauces permanentes se destacan los ríos Caonao, con 133 kilómetros de largo, límite natural en el noreste entre las provincias de Ciego de Avila y Camagüey, y el Jatibonico del Norte, que establece la división en el noroeste con la vecina Sancti Spiritus.
El más significativo de los que corren por el interior de la provincia es el río de Chambas, en el que está construido el Complejo Hidráulico Liberación de Florencia, formado por dos presas con una capacidad de embalse de 79 millones de metros cúbicos de agua y sitio dedicado además a la captura de especies de agua dulce.
En la región se localizan importantes reservorios de agua como las lagunas La Redonda (4,5 kilómetros cuadrados), ideal para la pesca de la trucha, y de La Leche (67 kilómetros cuadrados), sede anual de una fase del circuito mundial de lanchas rápidas Fórmula T-1.
La de La Leche, con unos 130 millones de metros cúbicos de agua, debe su singular nombre a la sedimentación de sulfato de calcio que cubre su fondo, la cual le otorga un peculiar color al vital líquido.
La posición de la provincia para la industria del ocio se complementa con las cercanías del destino Jardines de Rey, considerado entre los polos turísticos de más dinámico crecimiento en el país.