El Caribe Mexicano, una de las plazas fuertes de la civilización maya, también encierra riquezas naturales y arqueológicas únicas que le otorgan un valor inigualable en el prometedor mercado del multidestino turístico.
Instalaciones de la más diversa índole se dan la mano en la región, con una gran variedad de centros vinculados al entorno que se relacionan además con ruinas y tradiciones de épocas que ya quedaron en el recuerdo.
Entre esas facilidades esta el Parque Natural Acuático de Xel-Há -"entrada de agua" en lengua maya-, el cual tiene su principal atractivo en una caleta donde la combinación del mar con las corrientes subterráneas de agua dulce crea un ambiente único para el inmersionismo.
Un verdadero acuario natural domina ese sitio, considerado por muchos como uno de los más hermosos del orbe, con cientos de variedades marinas y peces tropicales que invitan a la practica del buceo.
Una de las leyendas del área cuenta que ese lugar asombroso fue creado por los dioses mayas, uniendo su amor y sabiduría, para dar lugar así al sitio más maravilloso sobre la Tierra, nombrando a las especies iguana y el pez Lora como "los guardianes de Xel-Há".
De esa forma, al recorrer el parque en toda su extensión es posible vivir una verdadera aventura acuática entre caletas, lagunas, cenotes y cuevas alimentadas por ríos subterráneos y manantiales que se conectan con el paradisíaco Mar Caribe de México.
Asimismo, en el interior del parque se localizan reservas para tortugas y delfines, con condiciones para la realización de tareas de investigación sobre la vida marina y contribuyendo de esa forma al conocimiento y mantenimiento ecológico de la zona.
Baños con delfines, excursiones submarinas, visitas a uno de los más famosos arrecifes del mundo y el recorrido por antiguos senderos mayas se dan la mano en el programa para el ocio que se oferta a los visitantes de la instalación.
Vinculadas al Parque Acuático y como complemento de sus atractivos turísticos están las ruinas de construcciones prehispánicas, pues se estima que Xel-Há fue un importante santuario, sitio sagrado donde se llevaban a cabo ritos y danzas en honor a diferentes dioses, así como uno de los centros de importancia en la ruta comercial.
En efecto, su privilegiada ubicación permitió que fuera utilizado en siglos anteriores en calidad de puerto de abrigo, punto de peregrinación y refugio para los navegantes, gracias a sus excelentes condiciones naturales.
Para los vacacionistas existe el acceso al conjunto conocido como Grupo de los Pajaros, donde se conservan pinturas murales que resaltan representaciones al fresco de diversas aves de la región, así como un dios Tláloc.
También están las edificaciones conocidas como el Palacio y el Edificio de las Pilastras, que son dos amplias construcciones de tipo palaciego con habitaciones equipadas con banquetas, de clara vocación residencial.