La región del Caribe Mexicano, opción única por su riqueza natural, cultural y arqueológica, se beneficia además con la existencia de sitios prácticamente vírgenes y listos para el desarrollo del turismo de aventura.
La combinación de las grandes emociones con la ecología llevan a los visitantes a Punta Venado, una de esas alternativas que encierra el misticismo de enigmáticas tierras bañadas por las cálidas aguas del mar.
Unas 800 hectáreas de selva y cuatro kilómetros de excelentes playas se dan la mano para conformar un sitio ideal dedicado al ecoturismo, con paseos a caballo, buceo, bicicletas de montañas, la exploración de cavernas y senderismo.
Punta Venado constituye una especie de hogar para decenas de especies de la flora y fauna tropical, entre ellos pequeños felinos y mamíferos, reptiles, una gran variedad de aves y por supuesto venados, pues precisamente de ese animal surge el nombre del sitio.
Asimismo, cuenta en su ubicación con un tradicional rancho mexicano rodeado de singulares caballerizas estilo caribeño, animales domésticos y construcciones típicas de la región que simulan una antigua aldea Maya en medio de un paraíso de selva tropical virgen.
Siglos atrás, Punta Venado fue el mundo de un pueblo vinculado al medio ambiente, dedicado a la agricultura y la pesca, además de impulsar la navegación, edificar centros ceremoniales y que dejó testimonio de su paso en obras que se conservan hasta nuestros días.
Los primeros asentamientos con estructuras formales estuvieron vinculados a cenotes, aguadas o algún otro elemento natural de importancia, con una complejidad social y cultural que se refleja en la existencia de unidades habitacionales de elite y centros ceremoniales-administrativos.
A finales de los años 90 del pasado siglo el lugar recobra su vitalidad, con la introducción de hermosos ejemplares de caballos para la realización de paseos turísticos, unido a una actividad exploradora que dejó al descubierto tesoros insospechados.
Excepcionales piscinas naturales formadas por corrientes provenientes del subsuelo, ríos subterráneos en su estado original, impresionantes cavernas y alucinantes formaciones rocosas escondidas en lo más profundo de cuevas totalmente oscuras constituyen una opción difícil de rechazar por los amantes de las aventuras.
De las profundidades del mar azul emerge solitario el islote de coral, albergue de nidos de diferentes especies de aves, rodeado por la excepcional belleza del caudal de vida marina que forma uno de los más espectaculares arrecifes de la Riviera Maya.
Para los amantes del contacto directo con la naturaleza, diferentes senderos permiten a los visitantes recorrer a pie importantes zonas de Punta Venado, con acceso a cenotes y cavernas que se combinan en escenarios difíciles de repetir.
La aventura en la selva contempla también recorridos en motos o jeeps, ideales para disfrutar de la exuberante vegetación tropical, explorar cuevas o simplemente conocer los diferentes paisajes del paradisiaco lugar.