El Caribe mexicano, con sitios que avalan una sólida presencia de la civilización maya, se apoya en su riqueza natural e historia con vistas a conformar una oferta turística que contiene opciones para los gustos más exigentes.
Hermosas playas, puntos únicos para el inmersionismo y un entorno en perfecto estado de conservación se dan la mano con numerosas ruinas arqueológicas, todo ello mezclado con la modernidad que aportan las instalaciones dedicadas a la industria del ocio.
En ese conjunto un lugar especial corresponde a la ciudad de Tulum -palabra que significa "muralla" en lengua maya- y que constituye una alusión a la construcción de piedra que la rodea por tres lados, pues el cuarto limita con el mar.
La muralla, con cinco accesos, dos torres de observación y muros con un espesor de cinco a seis metros, constituye una evidencia del grado de control que en su momento se ejerció sobre quienes pretendieron entrar a esta zona.
Sin embargo, para algunos expertos el nombre original era Zama ("amanecer" en maya), en clara referencia al impresionante espectáculo de la salida del sol gracias a la ubicación geográfica de la urbe.
Para los amantes de la naturaleza, la zona arqueológica de Tulum es una de las áreas más bellas de la Riviera Maya, pues conjuga el misterio de la antigua civilización que habitó la zona con la singular belleza del mar Caribe que baña sus costas.
La clara orientación espacial de acuerdo a los puntos cardinales, y la disposición geométrica de sus edificios con relación a la salida del sol constituyen una muestra de los conocimientos matemáticos y astronómicos de los antiguos habitantes del lugar, reflejados en su arquitectura y arte pictórico.
De la observación de las numerosas edificaciones de Tulum puede comprenderse el deslumbramiento de los primeros navegantes españoles, que la compararon en belleza a su lejana Sevilla por su hermosura y esplendor, como fortaleza centinela del mar Caribe, cuando servía de faro para las embarcaciones.
La más importante es la llamada El Castillo, construida sobre rocas a 40 pies del nivel de la playa para convertirse de esa forma en la mas alta de la ciudad, levantada además en diferentes etapas de la civilización maya.
Al frente se encuentra una plataforma, posiblemente para bailes, y a los lados otros edificios que complementan el arreglo del conjunto, y entre los cuales cabe mencionar al Templo de las Series Iniciales, donde se encontró la fecha más temprana documentada en Tulum.
Hacia el norte esta el Templo del Dios Descendente, conformado por un pequeño basamento sobre el que se construyó un templo ornamentado con la imagen de un dios descendente, principal elemento iconográfico de la ciudad.
El lugar se beneficia además de su cercanía con el balneario de Cancun, unido a la existencia de un corredor hotelero que se inicia en el lado sur del sitio arqueológico y termina en la puerta del Santuario de Sian Ka'an, con instalaciones construidas en perfecta armonía con la naturaleza.