El sector turístico cubano, elemento fundamental en la evolución favorable de la economía nacional, se apoya para su desarrollo en las inigualables riquezas naturales, históricas y culturales que encierra el país.
Centenares de kilómetros de excelentes playas, entorno virgen y recuerdos de épocas pasadas se dan la mano para conformar una oferta única, donde el turismo cultural va ganando cada vez más espacio gracias a la existencia de una amplia red de instituciones.
Entre esas entidades un lugar especial corresponde al Museo Nacional de Bellas Artes, creado en 1913 y que tuvo su sede propia desde 1954 al construirse el edificio conocido desde entonces como Palacio de Bellas Artes.
Ese inmueble reemplazó a su vez al viejo Mercado de Colón, para beneficiarse finalmente en todo su conjunto de un amplio proyecto de remodelación ejecutado recientemente y que distribuye a la institución en tres edificios, dos de ellos dedicados a la labor propia del museo.
Unas 47 mil 600 obras conforman el preciado tesoro del centro, de ellas 45 mil calificadas como patrimonio nacional y poco más de dos mil conservadas en calidad de depósito, las cuales respaldan el quehacer de la institución.
El Palacio de Bellas Artes sirve de sede a las a las colecciones de arte cubano, con mas de mil 200 pinturas, esculturas, grabados y dibujos distribuidos en unos siete mil 600 metros cuadrados de salones de exhibición.
Dividida en cuatro bloques -Arte en la Colonia, Cambio de Siglo, Arte Moderno y Arte Contemporáneo-, la muestra posibilita admirar la evolución histórica de la plástica cubana, desde las primeras visiones de viajeros en los siglos XVI y XVII hasta la obra de creadores de la actualidad.
En especial destacan los periodos correspondientes a la pintura colonial y los inicios del siglo XX, las vanguardias, la abstracción y el surgimiento de nuevas generaciones a partir de la década de 1970.
A su vez, las colecciones de Arte Universal se localizan en el inmueble del antiguo Centro Asturiano de La Habana, considerado un fiel exponente de la arquitectura ecléctica española.
Los expertos destacan las mas de 650 piezas que representan el Arte de la Antigüedad, si bien la pintura europea constituye el conjunto más numeroso, con muestras del renacimiento italiano y flamenco, el barroco español, las pinturas francesas del siglo XIX y la británica del siglo XVIII.
De nuestro continente, figuran selecciones de la pintura colonial latinoamericana y la plástica norteamericana de los siglos XVIII y XIX, para integrar de esa forma una opción sumamente atractiva y dirigida a los amantes de la cultura.
Pero el Museo Nacional de Bellas Artes va mas allá en su labor y brinda a los visitantes la posibilidad de adquirir reproducciones, serigrafías, libros, catálogos y postales, en recuerdo a una estancia inolvidable en contacto con la historia.