El archipiélago cubano, con centenares de kilómetros de excelentes playas -muchas de ellas apenas tocadas por la mano del hombre-, se beneficia además del inmenso tesoro que aporta su riqueza natural, tradiciones y cultura.
Más allá de los programas de sol y mar, la abundancia de especies de la flora y la fauna convierten al país en una opción única, preferida por los visitantes que acuden bajo el influjo inigualable del entorno.
Precisamente, entre las instalaciones ideales para el disfrute de las vacaciones en un ambiente acogedor y en contacto con la naturaleza es el hotel Zaza, situado en el borde del río que lleva igual nombre.
Localizado en la central provincia de Sancti Spiritus -entre la ciudad capital y Jatibonico-, pone a disposición de los vacacionistas 67 habitaciones climatizadas, los servicios gastronómicos de varios restaurantes y todas las facilidades que aporta la modernidad a la industria del ocio.
Distante unos 360 kilómetros de la capital, el establecimiento se erige como la plaza por excelencia para el turismo de naturaleza, el cicloturismo o simplemente en una pausa destinada a quienes transitan hacia otros destinos de la mayor de Las Antillas.
El hotel es el complemento de la presa Zaza, el mayor lago artificial del país, famoso por la pesca de excelentes truchas y programas que promueven la práctica de la caza.
El embalse cuenta con áreas dedicadas en exclusiva a la pesca deportiva, aunque también es factible la captura de especies de agua en otros depósitos como Lebrije y La Felicidad, y en el Río Agabama, preferiblemente entre los meses de noviembre a abril.
Entre las especies que atraen la atención de los pescadores profesionales están las truchas de gran tamaño, sábalos, cuberas, pargos y jureles.
Por lo general, los amantes de esa actividad insisten en repetir su estancia, pues además el hotel ofrece comodidad, privacidad y una atención personalizada que se complementa con excelentes servicios y la profesionalidad de los trabajadores.
El hotel se apoya además en su cercanía de Trinidad, también conocida como la Ciudad Museo de Cuba, y que tiene el privilegio de calificar entre los conjuntos arquitectónicos más completos y conservados del continente americano.
Casonas coloniales, amplias, cómodas y ventiladas, palacios donde el lujo y el derroche hicieron de las suyas para integrarse al arte colonial cubano, convierten a esa villa en una indiscutible joya urbanística y arquitectónica de antaño.
Con más de cuatro y medio siglos de vida, la añeja región conserva en perfecto estado muchos de los atributos que la caracterizaron desde su fundación hacia el 1514, para figurar así entre los siete primeros poblados constituidos por los españoles en el archipiélago cubano.
Con ese programa, difícil de rechazar, el hotel Zaza hace honor al lema de "Su descanso en la naturaleza", listo para recibir a quienes lo escogen como la alternativa ideal que se necesita con vistas a unas excelentes vacaciones.