La provincia de Ciego de Avila, en la porción oriental de la mayor de Las Antillas, cuenta a su favor con importantes atractivos que respaldan el dinámico crecimiento de la industria del ocio en el territorio, visitado cada año por miles de visitantes.
Una naturaleza exuberante, tradiciones culturales únicas y una historia centenaria se dan la mano para satisfacer las expectativas de los vacacionistas, muchos de ellos atraídos por la ciudad de Morón.
Con una existencia que supera ya los 462 años – fundada en mayo de 1543 – su origen está en manos de familias que emigraron desde Sancti Spíritus, además de marineros que navegaron a lo largo de la costa norte en busca de aventuras y fortuna.
Para los visitantes resulta atractiva la arquitectura de la urbe, donde se mezclan estilos antiguos con las construcciones modernas, sus coches tirados por caballos y la riqueza natural del territorio.
En materia de alojamiento, los vacacionistas disponen de las facilidades que aporta el Hotel Morón, ubicado a la entrada de la localidad y considerado entre los más agradables del país.
La instalación dispone de 144 habitaciones – entre ellas ocho junior suites – con opciones para la modalidad del turismo de incentivo, y de fácil acceso, pues se localiza a 18 kilómetros del aeropuerto internacional de la provincia.
Dada su situación, cerca de las reservas de pesca, es el refugio ideal para quienes buscan un lugar tranquilo para practicar deportes o ponerse en contacto con la flora y la fauna local.
Precisamente, a solo tres kilómetros de la ciudad está la Laguna de la Leche, con 66 kilómetros cuadrados de de superficie que la convierten en el mayor cuerpo de agua natural de Cuba.
Refugio natural de flamencos rosados y otras especies de aves acuáticas, se erige como el escenario ideal para regatas a vela y carnavales, de gran interés en la industria del ocio.
Asimismo, desde Morón se puede acceder a la Loma de Cunagua – refugio de la fauna con una extensión de dos mil 740 hectáreas, donde los visitantes cuentan con varios senderos interpretativos.
La centenaria urbe es también conocida como la Ciudad del Gallo, en alusión al símbolo de los pobladores del lugar y con base en una leyenda que data de la época de la colonia, convertida en atractivo especial para el turismo.
En las construcciones el estilo predominante es el ecléctico, donde se destacan viviendas con zócalos decorados con baldosas vidriadas y azulejos, además de las barandas de madera y rejas de hierro con figuras geométricas.
Asimismo, en los inmuebles se aprecian los alquitrabes lisos o decorados, los arcos y también los aleros tornapuntas, de los que todavía existen muestras en el Centro Histórico Urbano de la añeja ciudad.
Morón cuenta también con una iglesia católica, la reliquia constructiva más vieja que se mantiene en pie y es la única del país que posee una torre almenada y aspilleras en sus paredes.
Todos esos detalles complementan la riqueza del lugar, convertido en una importante opción para la actividad turística en esa porción del archipiélago cubano.