La provincia de Ciego de Avila, localizada en la zona oriental de Cuba, reúne en su territorio una amplia gama de propuestas para el ocio, con excelentes playas, una naturaleza única, tradiciones de épocas anteriores e historia.
Precisamente, cuenta con el destino Jardines del Rey, considerado el de más dinámico crecimiento en la industria cubana del ocio, a lo cual se añade la existencia de numerosos monumentos que aportan un toque singular en las opciones para el turismo.
Entre esos últimos se localiza la llamada Trocha de Júcaro a Morón, considerada uno de los monumentos militares más importantes de la región del Caribe y la mayor fortificación española del siglo XIX en la isla y América Latina.
Su construcción, realizada entre 1871 y 1872, tuvo como objetivo bien preciso cortar el paso del Ejército Libertador cubano en su avance hacia la porción occidental del país y evitar la expansión de la guerra a esos territorios.
En la actualidad, para los miles de visitantes interesados en la historia de Cuba quedan algunos de sus fuertes, devastados por el tiempo y en ruinas, rodeados de plantaciones y fábricas de azúcar que ratifican el potencial agrícola del territorio.
Muchos de los vacacionistas llegan atraídos por la ciudad de Morón, fundada en mayo de 1543 y con un origen que está en manos de familias que emigraron desde Sancti Spíritus, además de marineros que navegaron a lo largo de la costa norte en busca de aventuras y fortuna.
Según las tradiciones, son varias las versiones que apuntan al nombre de la localidad, una de ellas vinculada a su fundación sobre una elevación de escasa altura, lo cual coincide con la definición geográfica de "morón", que quiere decir pequeño montículo de tierra.
Otra de las opciones destaca que entre los primeros pobladores del lugar había uno procedente del pueblo sevillano llamado Morón de la Frontera, quien le puso esa denominación al sitio en recuerdo a su patria natal.
La centenaria urbe es también conocida como la Ciudad del Gallo, en alusión al símbolo de los pobladores del lugar y con base en una leyenda que data de la época de la colonia, convertida en atractivo especial para el turismo.
El Gallo de Morón está reflejado en una escultura en bronce de tres metros y un peso de tres toneladas, obra realizada por la destacada artista plástica cubana Rita Longa a inicios de la década de los 80 del pasado siglo.
A solo tres kilómetros de la ciudad está la Laguna de la Leche, con 66 kilómetros cuadrados de superficie que la convierten en el mayor cuerpo de agua natural de Cuba.
Refugio natural de flamencos rosados y otras especies de aves acuáticas, se erige como el escenario ideal para regatas a vela y carnavales, de gran interés en la industria del ocio.
Asimismo, desde Morón se puede acceder a la Loma de Cunagua – refugio de la fauna con una extensión de dos mil 740 hectáreas, donde los visitantes cuentan con varios senderos interpretativos.
En las construcciones de la ciudad el estilo predominante es el ecléctico, donde se destacan viviendas con zócalos decorados con baldosas vidriadas y azulejos, además de las barandas de madera y rejas de hierro con figuras geométricas.