El archipiélago cubano, situado en una posición geográfica privilegiada en el Caribe, muestra a los visitantes una gran diversas de propuestas para el descanso que van desde las opciones de naturaleza hasta aquellas orientadas a mejorar la calidad de vida.
Unido a los tradicionales paquetes turísticos, avalados por la existencia de decenas de kilómetros de excelentes playas, aguas transparentes y clima moderado, el desarrollo del sector de la salud actúa como complemento eficaz en el sector.
En efecto, Cuba combina la recreación y el ocio con tratamientos dirigidos a mejorar la calidad de vida, para lo cual se incluyen procedimientos como la talasoterapia, apoyada precisamente en el hecho de que el país está rodeado de mares.
Esa modalidad muestra la utilización simultánea del medio marino – aire, agua y clima – con otros recursos naturales como lodos, arenas y algas, todo ello con fines terapéuticos.
En esencia, los expertos destacan que la talasoterapia incluye el uso de diferentes factores climáticos, balneológicos, e hidroterapéuticos relacionados con la estancia a orillas del mar, todo con el objetivo de lograr la recuperación y el restablecimiento de la salud.
Los baños de mar son beneficiosos en las fases de remisión de numerosos procesos patológicos, secuelas de traumatismos e intervenciones quirúrgicas del aparato locomotor, afecciones ortopédicas, procesos reumáticos crónicos y de poliomielitis, entre otras enfermedades.
La geografía cubana cuenta además con la existencia en varias partes del territorio nacional de sitios únicos por la riqueza de sus aguas termales y las propiedades terapéuticas de las mismas.
Propuestas de ese tipo se localizan en San José del Lago (provincia de Sancti Spiritus), con aguas caracterizadas por ser diuréticas y de rápida absorción, circulación y eliminación por el organismo humano.
Mientras, en la más occidental de las provincias cubanas, Pinar del Río, se localiza San Diego de los Baños, de reconocida fama por sus aguas medicinales y gracias al empleo de procedimientos de acupuntura, fangos medicinales, apiterapia y fármacos de origen natural, como parte de técnicas de la medicina tradicional.
Hacia el centro de la isla, en el territorio de Villa Clara, está el balneario de Elguea, cuyas aguas muestran un elevado contenido de minerales, además de ser sódicas, brómicas y débilmente sulfuradas, con una temperatura promedio de 45 grados Celsius y un caudal que alcanza los 25 litros por segundo.
Su Centro Termal, con un área de mil 300 metros cuadrados, dispone de tres piscinas de aguas medicinales, sauna, gimnasio, baños individuales, salón de belleza, salas de masajes, reposo y para consultas médicas, entre otros servicios.
Además de las clínicas internacionales, farmacias, ópticas y entidades especializadas en el mejoramiento de la calidad de vida establecidos en los principales destinos turísticos del país, Cuba pone a disposición de los visitantes una amplia infraestructura.
Más de 280 hospitales, cuatro centenares de policlínicas, 116 centros estomatológicos y unos mil 500 establecimientos diversos se integran en una extensa red lista para responder a los más complejos requerimientos de la salud humana.