El archipiélago cubano, destino turístico por excelencia en el Caribe, cuenta con una amplia cartera de opciones para los miles de visitantes interesados en conocer y disfrutar de los atractivos que ofrece la isla para la recreación y el descanso.
Una naturaleza única, caracterizada por el elevado nivel de endemismo, se combina con centenares de kilómetros de excelentes playas – de blancas arenas y claras aguas – y programas de turismo cultural, histórico y de salud.
La industria cubana del ocio, orientada en un inicio casi en exclusiva a una oferta tradicional, amplía sus horizontes con opciones novedosas como el ecoturismo y la vinculación de la actividad con la calidad de vida de los visitantes.
A ese propósito se destinan numerosas instalaciones de salud existentes en el país, hoteles especializados en diversos tratamientos y balnearios de aguas medicinales para diversas aplicaciones.
Para diversos organismos internacionales, la mayor de las Antillas figura entre los países del orbe con un mayor desarrollo en el empleo de las aguas termales a favor de la salud.
Los balnearios de aguas medicinales de la isla califican entre las opciones preferidas por vacacionistas procedentes de naciones de América y Europa, interesados en combinar el ocio con la calidad de vida.
En la occidental provincia de Pinar del Río destaca San Diego de los Baños, con una fama que se remonta a 1632 y llega hasta nuestros días, apoyado en el empleo de procedimientos de acupuntura, fangos medicinales, apiterapia y fármacos de origen natural, como parte de técnicas de la medicina tradicional.
En ese contexto, el descanso se combina con las milagrosas aguas de los manantiales para conformar una oferta única que permite a los visitantes curar sus padecimientos y disfrutar de la naturaleza al mismo tiempo.
A su vez, en los territorios de Ciudad de La Habana y La Habana están las aguas mineromedicinales de composición bicarbonatada cálcica y sódica, sulfuradas y silíceas, en los balnearios de Santa María del Rosario y Madruga, respectivamente, con una adecuada infraestructura turística, playas y clima marítimo.
Mientras, en el centro de la isla se localiza Elguea, cuyas aguas muestran un elevado contenido de minerales, además de ser sódicas, brómicas y débilmente sulfuradas, con una temperatura promedio de 45 grados Celsius y un caudal que alcanza los 25 litros por segundo.
Su Centro Termal, con un área de mil 300 metros cuadrados, dispone de tres piscinas de aguas medicinales, sauna, gimnasio, baños individuales, salón de belleza, salas de masajes, reposo y para consultas médicas, entre otros servicios.
La institución pone a disposición de los visitantes el acceso a tratamientos de electroterapia, quinesioterapia, fangoterapia, ejercicios corporales aeróbicos, moxibustión, podología, psicorrelajación, hidroterapia, fisioterapia, masoterapia, medicina tradicional y tratamiento facial.
También destaca San José del Lago (provincia de Sancti Spiritus), con aguas caracterizadas por ser diuréticas y de rápida absorción, circulación y eliminación por el organismo humano.
De acuerdo con los expertos son bicarbonatadas, cálcicas, alcalinas y catabólicas, usándose en tratamientos gastrointestinales, metabólicos, renales, dermatológicos y sedantes, incluyendo en este último caso a personas aquejadas de estrés.