La mayor de Las Antillas, destino turístico de dinámica expansión en el Caribe, tiene en las tradicionales propuestas de sol y playa a uno de los elementos principales en el desarrollo de la industria del ocio.
Decenas de kilómetros de excelentes playas, con aguas cálidas y transparentes, avalan el potencial de la isla para esa modalidad, preferida por todos.
No obstante, la actividad turística en Cuba se beneficia también de la influencia que ejerce un sistema de salud dirigido a la excelencia y surgido tras décadas de investigaciones y experiencias.
En la mayor de Las Antillas, el turismo se combina con tratamientos dirigidos a mejorar la calidad de vida, para lo cual se incluyen procedimientos como la talasoterapia.
Esta especialidad se apoya en el empleo simultáneo del medio marino (aire, agua y clima) y otros recursos como lodos, arenas y algas, para fines terapéuticos.
Asimismo, las ofertas de sol y playa, ecoturismo, naturaleza, aventuras y salud se complementan con el ingrediente que añaden las numerosas competencias y torneos deportivos, nacionales e internacionales, de las más diversas disciplinas.
Conocida en el planeta por el béisbol -deporte nacional de los cubanos-, la fuerza del boxeo e individualidades en modalidades como el atletismo, la lucha, judo y voleibol, entre otras, Cuba acoge cada año a miles de vacacionistas que acuden solo por su amor a la práctica de la actividad física.
La industria del ocio se mezcla con una geografía que aporta la riqueza de sus montañas, la flora, fauna e interesantes sistemas cavernarios.
Precisamente estos últimos figuran como un elemento de atracción subterránea para los miles de visitantes que cada año acuden al país con el propósito de conocer las peculiaridades de la naturaleza cubana.
Entidades especializadas contabilizan a lo largo y ancho de la isla más de 10 mil cuevas, muchas de ellas con unos 25 millones de años de evolución.
En la porción más occidental de la isla se destacan entre los sistemas subterráneos el sistema cavernario de Santo Tomás, con más de 45 kilómetros de galerías enterradas en la Sierra de Quemados, y la Cueva del Indio, atravesada por el río San Juan.
La mayor de Las Antillas favorece también el acercamiento a la naturaleza a partir de las opciones tradicionales, o bien bajo nuevos esquemas que priorizan el ecoturismo.
Cuba se apoya además en una fauna que cuenta con unas 16 mil 500 especies descritas y donde algunos grupos zoológicos muestran un endemismo superior al 90 por ciento, acompañada de una flora autóctona con más de seis mil 300 variedades.
Reservas naturales, de la biosfera, paisajes naturales y áreas protegidas conforman una extensa red de ofertas, marcada por su riqueza, excelente conservación y características únicas que la distinguen en la región.