La capital cubana, bañada por las aguas del mar, surge como una pieza clave en la industria del ocio en la mayor de Las Antillas, con atractivos que van desde las ofertas de playa hasta una riqueza cultural inigualable.
Rica en tradiciones, muestras arquitectónicas, cultura y clima caribeño, encierra además el atractivo de numerosas instalaciones dedicadas al turismo y estrechamente vinculadas al entorno.
En especial los vacacionistas destacan las facilidades de recreación localizadas en las cercanías del Malecón, una de las principales arterias de la ciudad de La Habana.
El atractivo vial se extiende desde la entrada de la Bahía de La Habana – al este –, por espacio de unos cinco kilómetros hacia el poniente, con un caprichoso diseño en paralelo a la irregular línea costera, bañada por las cálidas aguas que rodean a la isla.
Asimismo, en las inmediaciones del Malecón se ubica el hotel Habana Riviera, con una experiencia de varias décadas al servicio del turismo en la isla.
Las 350 habitaciones del hotel, con todas las facilidades necesarias para el descanso y muchas de ellas con el atractivo adicional que ofrece la vista al mar Caribe, están siempre listas para recibir a aquellos visitantes que apuesten por una estancia en el establecimiento.
Vecino de un coloso del turismo cubano – el Hotel Meliá Cohíba –, el Habana Riviera sirve de complemento al ocio con ofertas que incluyen el legendario cabaret Copa Room, ideal para compartir en la intimidad acompañado de la buena música de la isla.
Para los amantes de la gastronomía se encuentran sitios como el Restaurante 1830, donde hermosas rejas de la época, vitrales y balcones de maderas preciosas torneadas reciben a los visitantes.
Con una capacidad total de 200 plazas, el centro dispone de ofertas especializadas en los diversos salones con que cuenta, capaces de convertirse en reservados para las ocasiones más significativas.
En el piso superior se localizan los salones conocidos como Verde, Azul e Imperial, este último para ocho comensales – el más pequeño de la instalación – y dedicado a protocolos, almuerzos especiales y cenas de negocios.
En la planta baja están los locales restantes bajo los nombres de Rojo, Tropical y Oro, así como un salón de estancia conocido como Violeta, con el complemento del Bar Colonial en la antigua biblioteca de la mansión.
En una posición que domina el litoral capitalino se encuentra el Hotel Nacional de Cuba, considerado como un clásico del sector turístico en la mayor de Las Antillas y ha sido declarado Monumento Nacional.
La instalación clasifica además entre los 10 Hoteles Palacio del planeta y de los años 30 a los 50 fue el único de su tipo con categoría de cinco estrellas en la región del Caribe.
El mayor atractivo de la instalación está precisamente en la historia que encierran sus paredes, mudas testigos del paso de
personalidades de la más diversa índole, desde líderes políticos hasta artistas, deportistas y siniestras figuras de la mafia estadounidense.