El escenario turístico cubano, avalado por la existencia de una oferta marcada por la diversidad, tiene como elemento a su favor la peculiaridad de una extraordinaria riqueza natural que refleja un inigualable estado de conservación.
Decenas de kilómetros de excelentes playas se ubican en sitios apenas tocados por el hombre, lo cual brinda a los vacacionistas la oportunidad de conocer propuestas únicas que captan la atención de los amantes del entorno.
En esa dirección destaca la Península de Zapata, ubicada en la occidental provincia de Matanzas, la cual es además uno de los más extensos humedales del Caribe insular, con unos cinco mil kilómetros cuadrados de bosques, ciénagas, lagunas y canales de aguas claras.
La riqueza de su flora, con más de 900 especies de plantas autóctonas -de ellas 115 endémicas de Cuba-, se complementa con la existencia de hasta 160 variedades de aves, 12 de mamíferos, anfibios y reptiles, en especial el cocodrilo.
La Península de Zapata es también plaza fuerte para el turismo en la isla, con programas que vinculan las más diversas ofertas de ocio a las modalidades de naturaleza, ecoturismo y aventuras.
En la infraestructura hotelera del territorio destaca el Hotel Playa Girón, el cual brinda a los visitantes paquetes turísticos con base en el sistema de Todo Incluido, con alimentos y bebidas nacionales.
La Ciénaga de Zapata cuenta con la Laguna del Tesoro, embalse natural de agua dulce de 900 hectáreas de espejo y cuatro metros de profundidad donde vive la trucha dorada, especie codiciada por los aficionados a la pesca.
Mientras, para el ecoturismo están los Senderos La Salina y Santo Tomás, muy demandados por los turistas interesados en la observación de aves, tanto las especies migratorias como las endémicas de la isla.
Bosques exóticos, ríos, lagos, cavernas inundadas, piscinas naturales, zonas vírgenes y sabanas típicas de ciénaga se suman para brindar refugio al 30 por ciento de la fauna autóctona de la mayor de Las Antillas.
Entre las especies destacan 171 de aves, de las cuales 18 son endémicas del territorio, convertido en una de las zonas más ricas de la isla para el turismo ecológico.
Los especialistas destacan en la zona la presencia de una variedad de cocodrilo única en Cuba, además del manatí, considerado una de las joyas de la fauna nacional.
El centro geográfico de la zona está en Playa Larga, con sus 400 metros de aguas cálidas, excelentes arenas, fondos cubiertos de corales y varios senderos naturales para el pleno disfrute de una naturaleza prácticamente virgen, con el Centro Internacional de Observación de Aves.
Completan los atractivos las Salinas de Bidos, donde en invierno los naturalistas pueden observar hasta 165 especies de aves, además de la Cueva de los Peces, la mayor caverna inundada del archipiélago.