El sector turístico cubano, convertido en un elemento dinámico de la economía nacional, sustenta su fortaleza en la riqueza natural de la isla, los valores patrimoniales, históricos y culturales que complementan las opciones de ocio.
Desde el occidente hasta el oriente, la mayor de Las Antillas encierra en su geografía propuestas únicas para el descanso y la recreación en las más diversas formas.
En ese escenario destaca la ciudad de Santiago de Cuba, segunda en importancia de Cuba y considerada por muchos como la capital del Caribe, favorecida por su posición geográfica y su milenaria historia.
Hacia el centro de la urbe, con una extraordinaria variedad de museos, se localiza la antigua Plaza de Armas, corazón de la ciudad y conocida como el parque Céspedes en homenaje al también llamado Padre de la Patria cubana, Carlos Manuel de Céspedes.
También en las cercanías del corazón santiaguero se encuentra la casa más antigua del archipiélago, la de Diego Velázquez, la cual fue además Casa de Contratación y Fundición de la Corona, levantada en bloques de piedra de cantería y que aun muestra algunos de sus elementos originales como los techos de alfarjes y celosías moriscas.
La urbe cuenta con una amplia oferta gastronómica – tanto de la cocina típica como internacional –, unido a facilidades de instalaciones para el alojamiento de la talla del Meliá Santiago.
En los alrededores de la ciudad, la Gran Piedra – registrada como la mayor del mundo en el libro de récords Guinness – se erige majestuosa e imponente, con sus cerca de 70 mil toneladas ubicadas a unos mil 220 metros sobre el nivel del mar.
Para el ocio están disponibles las capacidades de un hotel donde los amantes del turismo de naturaleza disfrutan de programas de senderismo, montañismo, el cicloturismo y la contemplación de la flora y fauna, entre otras opciones.
Los estudios realizados por expertos confirmaron a la Sierra de la Gran Piedra como el principal polo de asentamiento de los emigrados franceses en el siglo XIX, al conservarse de esa época las ruinas de decenas de plantaciones de café.
En ese propio territorio se localiza el Parque Baconao, el cual dispone de un acuario que permite el conocimiento de la fauna marina del Caribe en sus estanques, túneles y todo aquello necesario para el disfrute de las especies que allí viven.
Las facilidades de Baconao incluyen asimismo singularidades como el Museo del Transporte Terrestre, donde se localizan más de dos mil vehículos en miniatura junto a una exhibición de autos antiguos a tamaño real.
La fauna antigua también tiene su lugar en el territorio del parque, en especial en el llamado Valle de la Prehistoria, donde los visitantes pueden observar réplicas de especies de esa época elaborados en piedra a escala natural.
Más allá se llega al Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de la isla, adonde cada año acuden miles de personas en busca de la esperanza para realizar sus sueños.