El archipiélago cubano, beneficiado con una envidiable ubicación geográfica en el Caribe, surge como una plaza de excelencia para el turismo con un amplio espectro de opciones que van desde la naturaleza hasta la cultura en historia.
La mayor de Las Antillas tiene en las propuestas de sol y playa uno de los atractivos más fuertes, con decenas de kilómetros de excelentes playas, aguas cálidas y transparentes.
Asimismo, en la isla el turismo se combina con tratamientos dirigidos a mejorar la calidad de vida, para lo cual se incluyen procedimientos como la talasoterapia.
Esta especialidad se apoya en el empleo simultáneo del medio marino (aire, agua y clima) y otros recursos como lodos, arenas y algas, para fines terapéuticos.
Asimismo, las ofertas de sol y playa, ecoturismo, naturaleza, aventuras y salud se complementan con el ingrediente que añaden las numerosas competencias y torneos deportivos, nacionales e internacionales, de las más diversas disciplinas.
La industria del ocio se mezcla con una geografía que aporta la riqueza de sus montañas, la flora, fauna e interesantes sistemas cavernarios.
Entidades especializadas contabilizan a lo largo y ancho de la isla más de 10 mil cuevas, muchas de ellas con unos 25 millones de años de evolución.
Unido a ello, ciudades con abundantes exponentes de la arquitectura colonial –en perfecto estado de conservación –, hoteles vinculados a la actividad de la plástica, sitios patrimoniales y un amplio calendario de celebraciones y festividades se suman a la oferta para la industria turística del país.
Cuba dispone además de unas 120 galerías de arte, tiendas de antigüedades y salones de artes plásticas, unido a casi 260 museos de las más variadas manifestaciones, así como más de 80 teatros de múltiples usos.
Uno de los sitios de primer orden en el panorama histórico cubano radica precisamente en su capital, con un complejo sistema de fortalezas – integrado por nueve grandes construcciones – que representa uno de los conjuntos más relevantes de su tipo en Hispanoamérica.
Asimismo, el centro histórico de La Habana, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, acoge a más de 100 edificaciones cuyo origen se remonta a los siglos XVI y XVII, mientras otras 200 van hasta el XVIII.
Para el centro de la isla, los mayores atractivos de índole histórico se localizan en la provincia de Sancti Spiritus, única en el archipiélago que cuenta con dos de las primeras siete villas fundadas a inicios del siglo XVI por el Adelantado español Diego Velázquez, bajo el nombre del Espíritu Santo y la de la Santísima Trinidad.
Hacia el oriente, en la provincia de Granma, se encuentra el 48 por ciento de todos los sitios históricos del archipiélago cubano, con su ciudad cabecera –Bayamo – en calidad de Monumento Nacional y capital de la República en Armas al inicio de la guerra de independencia de 1868.