El archipiélago cubano, situado de manera estratégica en el Caribe, cuenta con propuestas únicas para el turismo gracias a sus atractivos naturales, los valores patrimoniales, tradiciones e historia vigentes desde hace siglos.
En un amplio espectro de opciones de ocio, la mayor de Las Antillas destaca por sus programas de sol y playa, apoyados por las cálidas y transparentes aguas que rodean a la isla.
Unos cinco mil 800 kilómetros de costas y de ellos 600 de excelentes playas constituyen un elemento a tomar en cuenta para los amantes del turismo.
El más famoso de esos destinos es el balneario de Varadero, con kilómetros localizados en la Península de Hicacos, en la occidental provincia de Matanzas.
Asimismo, los fondos marinos de Varadero poseen más de 40 tipos de corales, diversidad de peces, langostas, camarones, cangrejos, tortugas y más de 70 tipos de moluscos.
Marinas como la Dársena y Gaviota garantizan las condiciones y medios para la práctica del submarinismo, con embarcaciones apropiadas, personal preparado, centros de enseñanza de buceo, cámaras hiperbáricas y el transporte necesario para cualquier emergencia.
También la capital tiene sus espacios al alcance de los habitantes, concentradas en el llamado Circuito Azul, con más de 15 kilómetros de franja costera donde destaca en especial el sitio conocido como Santa María del Mar.
Figuran áreas preferidas por los vacacionistas como Bacuranao, El Mégano, Boca Ciega y Guanabo, para conformar de esa forma un verdadero complemento a los programas de los miles de visitantes que acuden cada año a la ciudad.
En el occidente de la isla, Cayo Levisa aporta tres kilómetros de playas, localizadas caprichosamente en el medio del mar al estar ubicadas en el islote.
A lo anterior se añaden 23 sitios dedicados a la práctica del buceo, con formaciones coralinas que acogen alrededor de 500 especies de peces, 200 de esponjas y variedades suficientes de moluscos crustáceos, gorgonias y otros animales marinos.
En el lugar se localizan estructuras de coral de estrellas y coral cerebro, abanicos de mar, gorgonias plumosas y numerosos peces como loros, barberos, roncos, chapas, chernas, pargos criollos y variados crustáceos como la langosta.
Unido a ello esta Cayo Largo del Sur, con 24 kilómetros de excelentes zonas de balnearios de blancas y finas arenas, con sugestivos nombres como Sirena, Lindamar, Paraíso y Los Cocos.
Mientras, en Jardines del Rey -uno de los principales polos turísticos del país- 30 kilómetros de playas vírgenes esperan por los vacacionistas en los cayos Coco y Guillermo, este último con las dunas de arena más altas del Caribe, con 15 metros de elevación.
El oriente cubano no se queda atrás en ofertas de sol y mar, con el peso fundamental en Holguín, donde se encuentra Bariay, punto por donde desembarco en 1492 el almirante Cristóbal Colón, y acompañado de lugares conocidos como Guardalavaca, Playa Esmeralda y Pesquero.