El archipiélago cubano, destino por excelencia para el ocio y preferido por los vacacionistas que escapan de las bajas temperaturas de Norteamérica y Europa, cuenta con una amplia gama de ofertas para todos los gustos.
Con una estratégica ubicación geográfica en el Caribe, la isla complementa sus propuestas con un clima tropical que convierte en necesario el disfrute de las aguas que rodean a la mayor de Las Antillas.
Unos cinco mil 800 kilómetros de costas y de ellos 600 de excelentes playas constituyen un elemento a tomar en cuenta para los amantes del turismo.
El más famoso de esos destinos es el balneario de Varadero, con kilómetros localizados en la Península de Hicacos, en la occidental provincia de Matanzas.
También la propia capital está bajo la influencia de las playas, pues hacia el este se localiza el llamado Circuito Azul, con más de 15 kilómetros de franja costera y especial destaque para el sitio conocido como Santa María del Mar.
Aunque la temperatura media en Cuba oscila en torno a los 24,6 grados centígrados, la llegada del verano constituye el detonante de una masiva afluencia de vacacionistas, nacionales y foráneos, hacia aquellos sitios donde pueden estar en contacto con las aguas.
Cabe destacar que los meses de julio y agosto, los más calurosos en el clima de Cuba, están cargados de actividades en las esferas del deporte, la cultura y la vida social en general.
También muchos visitantes aprovechan la época para refugiarse en el frescor que brindan los numerosos centros dedicados al culto de la gastronomía cubana e internacional, donde a disposición de los clientes están las ofertas más relevantes de la historia culinaria del país caribeño.
Asimismo, hacia la zona central del país caribeño, la Península de Ancón ostenta el mérito de contar con las mejores playas de la Costa Sur cubana, con fondos marinos de escarpado relieve y con abundante presencia del coral negro.
En Jardines del Rey, uno de los principales polos turísticos del país, 30 kilómetros de playas vírgenes esperan por los vacacionistas en los cayos Coco y Guillermo, este último con las dunas de arena más altas del Caribe, con 15 metros de elevación.
Mientras, el buceo tiene a su disposición más de 70 mil kilómetros de la plataforma insular cubana, con centros especializados en la práctica del inmersionismo.
Esta actividad cuenta además a su favor una temperatura promedio del agua superior a los 24 grados, unido a una visibilidad horizontal que en muchas ocasiones se coloca por encima de los 30 metros.
La industria cubana del ocio también amplía sus horizontes con opciones novedosas como el ecoturismo y la vinculación de la actividad con la calidad de vida de los visitantes.