El sector turístico cubano, convertido en un factor de dinámica expansión en la economía de la isla, destaca por los aportes que se reflejan en los más diversos ámbitos de la sociedad, en un entorno que va desde la cultura hasta la recreación.
Tradicional destino de sol y playas, Cuba complementa además la belleza de sus costas y su exuberante naturaleza con la riqueza de su cultura y tradiciones, componente esencial del producto de ocio de la isla.
Más allá de esas propuestas, el potencial del turismo encuentra espacio en una cultura única que muestra rasgos africanos, aborígenes, chinos, franceses y por supuesto españoles, todo en una especie de mezcla inigualable y de enorme riqueza a la vez.
Precisamente ese rico patrimonio cultural, forjado durante largos años, es un motivo más de peso para aquellos miles de visitantes que apuestan cada año por el país caribeño en su descanso.
Ciudades con abundantes exponentes de la arquitectura colonial -en perfecto estado de conservación-, hoteles vinculados a la actividad de la plástica, sitios patrimoniales y un amplio calendario de celebraciones y festividades conforman la oferta para la industria turística del país.
La isla también encuentra en su geografía espacio para los amantes de la naturaleza, al sumar así valor agregado a un sector que muestra una tendencia a la expansión.
En ese sentido, la fauna cubana cuenta con unas 16 mil 500 especies descritas, en un contexto donde algunos grupos zoológicos muestran un endemismo superior al 90 por ciento.
Reservas naturales, de la biosfera, paisajes naturales, parques nacionales y áreas protegidas conforman una extensa red de ofertas, marcada por su riqueza, excelente conservación y características únicas que la distinguen en la región.
Cuba combina además la recreación y el ocio con tratamientos dirigidos a mejorar la calidad de vida, para lo cual se incluyen procedimientos como la talasoterapia, apoyada precisamente en el hecho de que el país está rodeado de mares.
Unido a las clínicas internacionales, farmacias, ópticas y entidades especializadas en el mejoramiento de la calidad de vida establecidos en los principales destinos turísticos del país, Cuba pone a disposición de los visitantes una amplia infraestructura.
Más de 280 hospitales, cuatro centenares de policlínicas, 116 centros estomatológicos y unos mil 500 establecimientos diversos se integran en una extensa red lista para responder a los más complejos requerimientos de la salud humana.
La geografía cubana cuenta además con la existencia en varias partes del territorio nacional de sitios únicos por la riqueza de sus aguas termales y las propiedades terapéuticas de las mismas.
Propuestas de ese tipo se localizan en San José del Lago (provincia de Sancti Spíritus), con aguas caracterizadas por ser diuréticas y de rápida absorción, circulación y eliminación por el organismo humano.
Mientras, en Pinar del Río se localiza San Diego de los Baños, de reconocida fama por sus aguas medicinales y gracias al empleo de procedimientos de acupuntura, fangos medicinales, apiterapia y fármacos de origen natural, como parte de técnicas de la medicina tradicional.