La mayor de Las Antillas, destino por excelencia para el turismo en el Caribe, acumula en su geografía un amplio espectro de atractivos que acaparan el interés de los miles de visitantes que buscan un espacio ideal dedicado al descanso.
El país caribeño tiene en las propuestas de sol y playa uno de los atractivos más fuertes, con decenas de kilómetros de excelentes playas, aguas cálidas y transparentes.
La llegada del verano, con sus elevadas temperaturas, sitúa precisamente a esa opción entre las de mayor demanda, pues esa temporada por lo general es sinónimo de tiempo de recreación.
Tres decenas de centros especializados en inmersionismo operan en todo el territorio del país caribeño, con facilidades para cursos de iniciación y buceo en barreras coralinas y cavernas, todo ello bajo los parámetros exigidos a nivel internacional en esa actividad.
Las propuestas de opciones para la recreación y el descanso en la isla se apoyan en la existencia de incontables riquezas de carácter natural, histórico y cultural, con lo cual extienden su influencia a todo el territorio.
Por ello, la industria del ocio – con plazas fuertes en la capital y el balneario de Varadero – también mira hacia el oriente del país donde destaca una oferta que vincula a la naturaleza, las playas y las tradiciones.
En Camagüey, la opción de playa se concentra en el balneario de Santa Lucía, con una franja costera arenosa de 20 kilómetros, aguas cálidas y cristalinas, protegidas a su vez por una enorme barrera coralina.
Por su parte, Holguín muestra un entorno cargado de diversidad y bellezas naturales con cerca de 60 kilómetros de playas, grandes y pequeñas, que dirigen su mirada al Atlántico, muchas de ellas capaces de competir en belleza y claridad de sus aguas con las más famosas a nivel mundial.
Asimismo, en la isla el turismo se combina con tratamientos dirigidos a mejorar la calidad de vida, para lo cual se incluyen procedimientos como la talasoterapia.
Esta especialidad se apoya en el empleo simultáneo del medio marino (aire, agua y clima) y otros recursos como lodos, arenas y algas, para fines terapéuticos.
También destacan provincias como Ciego de Avila y Camagüey, las cuales tienen a su favor el dinámico desarrollo del polo turístico Jardines del Rey.
En la primera de ellas, la cayería norte acapara el interés de la industria del ocio, con más de 30 kilómetros de excelentes playas, opciones para el inmersionismo y ecosistemas tropicales en perfecto estado de conservación.
El mayor peso de la infraestructura turística se centra en Cayo Coco, unido a tierra firma por una vía de 17 kilómetros sobre el mar, en tanto Cayo Guillermo encierra las dunas más altas del Caribe (15 metros).