El sector turístico en el Caribe, elemento económico dinámico por excelencia, tiene en Cuba a uno de sus tesoros más preciados gracias a la diversidad de opciones para el ocio que encierra la mayor de Las Antillas.
Tradicionales propuestas de sol y playa se combinan con novedosas alternativas vinculadas a los valores patrimoniales, cultura e historia en todo el archipiélago.
Ciudades con abundantes exponentes de la arquitectura colonial –en perfecto estado de conservación–, hoteles vinculados a la actividad de la plástica, sitios patrimoniales y un amplio calendario de celebraciones y festividades conforman la oferta para la industria turística del país.
Uno de los sitios de primer orden en el panorama cubano radica precisamente en su capital, con un complejo sistema de fortalezas –integrado por nueve grandes construcciones– que representa uno de los conjuntos más relevantes de su tipo en Hispanoamérica.
Para el centro de la isla, los mayores atractivos de índole histórico se localizan en la provincia de Sancti Spíritus, única en el archipiélago que cuenta con dos de las primeras siete villas fundadas a inicios del siglo XVI por el Adelantado español Diego Velázquez, bajo el nombre del Espíritu Santo y la de la Santísima Trinidad.
Hacia el oriente, en la provincia de Granma, se encuentra el 48 por ciento de todos los sitios históricos del archipiélago cubano, con su ciudad cabecera –Bayamo– en calidad de Monumento Nacional y capital de la República en Armas al inicio de la guerra de independencia de 1868.
A lo anterior se suma el potencial para el inmersionismo con más de 70 mil kilómetros de la plataforma insular cubana y unos cinco mil kilómetros de costas, bañadas a su vez por el Océano Atlántico y el Mar Caribe.
Cerca de seis mil 500 variedades de peces, crustáceos, esponjas y moluscos, acompañados de numerosas especies de corales, convierten a la isla en uno de los ecosistemas submarinos mejor conservados de la región.
Reservas naturales, de la biosfera, paisajes naturales, parques nacionales y áreas protegidas conforman una extensa red de ofertas, marcada por su riqueza, excelente conservación y características únicas que la distinguen en la región.
Unido a ello, la ubicación geográfica del archipiélago lo convierte en una ruta obligada para las aves migratorias que viajan largas distancias, en busca de alimentos y refugio seguro desde América del Norte hacia el Sur y en su itinerario de regreso.
El país caribeño dispone además de una fauna que cuenta con unas 16 mil 500 especies descritas y donde algunos grupos zoológicos muestran un endemismo superior al 90 por ciento.
El país complementa esos atractivos con una infraestructura hotelera marcada por la expansión, donde se combinan pequeños establecimientos con inmuebles de reconocida fama y colosos de reciente construcción.