El archipiélago cubano, reconocido por la belleza de sus paisajes, una naturaleza casi virgen, la riqueza cultural y patrimonial, tiene en el turismo a una de las actividades de mayor potencial de crecimiento en la economía nacional.
Con una estratégica ubicación en el Caribe, la mayor de Las Antillas cuenta con una infraestructura hotelera en expansión, zonas costeras únicas con finas arenas y cálidas aguas.
Precisamente, las ofertas tradicionales de sol y playa constituyen el elemento fundamental en las opciones que brinda la isla para la recreación.
A lo anterior se suma el inmersionismo con más de 70 mil kilómetros de la plataforma insular cubana y unos cinco mil kilómetros de costas, bañadas a su vez por el Océano Atlántico y el Mar Caribe.
La ubicación geográfica del país lo convierte también en una ruta obligada para las aves migratorias que viajan largas distancias, en busca de alimentos y refugio seguro desde América del Norte hacia el Sur y en su itinerario de regreso.
Reservas naturales, de la biosfera, paisajes naturales, parques nacionales y áreas protegidas conforman una extensa red de ofertas, marcada por su riqueza, excelente conservación y características únicas que la distinguen en la región.
La isla dispone además a su favor de la herencia arquitectónica aportada por la presencia española y bajo la influencia europea de años posteriores a la época de la colonia.
Ese escenario convierte a la capital cubana, ubicada entre las siete primeras villas fundadas por los españoles – en aquel entonces San Cristóbal de La Habana –, en pieza clave de numerosos programas turísticos, en especial el centro histórico de la ciudad.
Esa zona de la urbe, conocida también como La Habana Vieja y con un área de 4,5 kilómetros cuadrados, acoge exponentes de la arquitectura colonial, costumbres y tradiciones de casi cinco siglos.
Cuba dispone además de unas 120 galerías de arte, tiendas de antigüedades y salones de artes plásticas, unido a casi 260 museos de las más variadas manifestaciones, así como más de 80 teatros de múltiples usos.
El calendario cultural de la isla incluye numerosos encuentros, talleres, festivales, congresos y cursos especializados, diseñados para todos los gustos y en las más diversas manifestaciones artísticas.
Los ecosistemas de montaña del país caribeño no escapan al dinámico crecimiento del sector, y ya muchas de las ofertas incluyen recorridos y estancias en esas áreas.
El potencial de esa actividad está en el relieve cubano, pues la nación cuenta con cuatro macizos montañosos que ocupan aproximadamente el 21 por ciento de la superficie total de la isla, además de acoger al 37 por ciento de las zonas boscosas.
Cuba combina también la recreación y el ocio con tratamientos dirigidos a mejorar la calidad de vida, para lo cual se incluyen procedimientos novedosos que aprovechan las aguas termales existentes en varios sitios del país.