El archipiélago cubano, pleno de atractivos para el turismo en su geografía, cuenta con el potencial necesario con vistas al desarrollo de opciones recreativas vinculadas con la naturaleza y la salud.
En ese sentido, la mayor de Las Antillas impulsa el diseño de programas de descanso que vinculan las actividades propias del ocio con sistemas dirigidos a mejorar las condiciones de salud de los vacacionistas.
Para ese propósito, la isla utiliza sus propios recursos naturales desde hace ya varios años, con resultados avalados de manera científica y que se relejan en la satisfacción de miles de personas.
En Cuba, el turismo se combina con tratamientos dirigidos a mejorar la calidad de vida, con sitios como San José del Lago, el cual constituye una opción para mejorar la calidad de vida gracias a sus aguas termales minero-medicinales y tratamientos de medicina tradicional -acupuntura y digitopuntura-, fangoterapia y consultas de psicología.
Mientras, en la más occidental de las provincias cubanas se localiza San Diego de los Baños, de reconocida fama por sus aguas medicinales y el empleo de procedimientos de acupuntura, fangos medicinales, apiterapia y fármacos de origen natural.
Excelentes zonas de playa, valores patrimoniales, cultura e historia se dan también la mano para confirmar opciones únicas y atractivas a disposición de miles de visitantes.
En la propia capital, con una historia acumulada de casi cinco siglos, destacan instituciones emblemáticas que recogen una parte importante de las tradiciones en la isla.
Asimismo, la existencia de miles de habitaciones se complementa con una amplia infraestructura de centros de ocio, para espectáculos, prácticas deportivas, establecimientos comerciales y restaurantes, donde la gastronomía ocupa sin dudas un lugar especial.
En esa dirección destaca el caso del Malecón, donde las olas rompen a lo largo del espigón de esa vía, una de las principales arterias de la capital cubana.
Cuba es famosa también por sus opciones de sol y playa, a lo cual se suma el potencial para el inmersionismo con más de 70 mil kilómetros de la plataforma insular cubana y unos cinco mil kilómetros de costas, bañadas a su vez por el Océano Atlántico y el Mar Caribe.
Cerca de seis mil 500 variedades de peces, crustáceos, esponjas y moluscos, acompañados de numerosas especies de corales, convierten a la isla en uno de los ecosistemas submarinos mejor conservados de la región.
La isla también encuentra en su geografía espacio para los amantes de la naturaleza, al sumar así valor agregado a un sector que muestra una tendencia a la expansión.
Reservas naturales, de la biosfera, paisajes naturales, parques nacionales y áreas protegidas conforman una extensa red de ofertas, marcada por su riqueza, excelente conservación y características únicas que la distinguen en la región.