Los atractivos naturales de la mayor de Las Antillas, con centenares de kilómetros de playas y una naturaleza casi virgen, se complementan con la experiencia del grupo hotelero español Sol Meliá, con una fuerte apuesta por el mercado cubano.
Mas de siete mil habitaciones distribuidas en 20 instalaciones hoteleras por toda la isla conforman ya la oferta con un producto que muy pocas naciones están en condiciones de brindar a los miles de visitantes que escogen cada año a la nación caribeña para su descanso.
En un recorrido que tuvo su origen hace 11 años con la apertura del Sol Palmeras en el famoso balneario de Varadero, Sol Meliá inició una expansión que alcanza ya al oriente de la isla, con ramificaciones hacia varios puntos de la cayería integrada en el archipiélago cubano.
No por gusto los propios directivos de Sol Meliá consideran a Cuba como la plaza ideal para sacar a flote esa magia de los sentidos que despierta en el hombre el afán de percibir nuevas sensaciones, todo ello con el propósito de conocer mejor el mundo y sus bondades.
El grupo del país ibérico esta presente en la isla con su nueva estructura de marcas, que agrupa bajo la denominación de Sol a dos mil 556 capacidades en hoteles integrados en entornos naturales y con una amplia gama de actividades de animación diurna y nocturna.
Asimismo, está la denominación Tryp -tras la adquisición de esa compañía por parte de Sol Melia- con mil 544 habitaciones, la Meliá Hoteles que está dedicada a establecimientos de primera categoría y dispone de dos mil 850 capacidades y por último, Paradisus, con 429 habitaciones.
Las azules aguas y blanca arena de Varadero se presentan como un importante respaldo para la cadena española, pues precisamente en ese polo se concentran seis instalaciones hoteleras con poco más de dos mil 500 habitaciones.
Pero Sol Meliá también dirige su mirada hacia los pequeños islotes que rodean al núcleo principal del archipiélago cubano, con otros seis centros de alojamiento localizados en el sitio conocido como Jardines del Rey (Cayo Coco y Cayo Guillermo) y al sur del país (Cayo Largo).
En la cartera de negocios figura una de las ofertas más recientes en el programa de Combinados, una perfecta mezcla de estancias en ciudades y playas que permite al cliente escoger varios recorridos y alojamientos con precios diferenciados, de los cuales existen ya 27 variantes.
Asimismo, el consorcio del país ibérico no olvida que se enfrenta a la necesidad de satisfacer a los gustos más exigentes, por lo cual dispone de los más diversos paquetes para segmentos especializados, como son los casos de las bodas y lunas de miel, donde los clientes reclaman privacidad acompañada de toques románticos.
Sol Meliá cuenta además con ofertas para familias, en especial los de menos edad de la casa -pequeños pero exigentes en sus demandas-, unido al buceo gracias a los excelentes fondos que rodean a la isla, prácticas de deportes selectos como el golf y el siempre atractivo segmento de negocios e incentivos.
Las perspectivas de desarrollo apuntan a un incremento sostenido de la presencia del grupo en el prometedor mercado de la mayor de Las Antillas, destino que se coloca en la preferencia de los turistas de todo el mundo y donde Sol Meliá aspira a consolidar sus posiciones con ofertas para todos los gustos.