La mayor de Las Antillas, destino turístico por excelencia en el Caribe, destaca por el sostenido crecimiento de la industria del ocio apoyada por los atractivos naturales, históricos y patrimoniales del archipiélago.
Las estadísticas confirman esa tendencia, con registros sostenidos por encima de los dos millones de visitantes anuales y claras señales de expansión.
Excelentes zonas de playa, valores patrimoniales, cultura e historia se dan la mano para conformar propuestas únicas a disposición de miles de visitantes que acuden cada año a los destinos del país caribeño.
En la propia capital, con una historia acumulada de casi cinco siglos, destacan instituciones hoteleras emblemáticas que recogen una parte importante de las tradiciones en la isla.
En la actividad turística resaltan además aquellas modalidades que se vinculan con el entorno, con ofertas que constituyen verdaderas aventuras para aquellos que apuestan por Cuba.
Los ecosistemas de montaña del país caribeño no escapan al dinámico crecimiento del sector, y ya muchas de las variantes incluyen recorridos y estancias.
Áreas protegidas, reservas de la biosfera, humedales y regiones con flora y fauna endémicas – posibles de ser observadas en toda su magnitud – están al alcance de todos mediante senderos especializados, creados para quienes arriban a la isla con ese interés.
Tres decenas de centros especializados en buceo operan en todo el territorio del país caribeño, con facilidades para cursos de iniciación e inmersiones en barreras coralinas y cavernas, todo ello bajo los parámetros exigidos a nivel internacional en esa actividad.
Más de seis mil 500 variedades de peces, crustáceos, esponjas y moluscos, acompañados de numerosas especies de corales, convierten a la isla en uno de los ecosistemas submarinos mejor conservados de la región.
Unido a ello, está el peso de la cultura, pues las fusiones de razas y costumbres por siglos dieron lugar a un modelo único que muestra rasgos africanos, aborígenes, chinos, franceses y por supuesto españoles.
Entre los eventos más seguidos por su alcance e importancia está la Feria Internacional del Libro de La Habana, con un escenario que ya es tradicional en el parque histórico-militar Morro-Cabaña.
La cita extiende además su influencia a decenas de ciudades del país, con el consiguiente beneficio para los amantes de los más diversos géneros de la literatura.
Ciudades con abundantes exponentes de la arquitectura colonial –en perfecto estado de conservación, hoteles vinculados a la actividad de la plástica y sitios patrimoniales se suman para aportar al ocio en la geografía cubana.
El calendario cultural de la isla incluye también numerosos encuentros, talleres, festivales, congresos y cursos especializados, diseñados para todos los gustos y en las más diversas manifestaciones artísticas.