La mayor de Las Antillas, plaza fuerte para el turismo en el Caribe, reúne en su geografía un amplio espectro de atractivos que avalan el interés de miles de visitantes que arriban cada año para conocer a la isla.
Las tradicionales propuestas de sol y playa se combinan con un legado cultural de siglos que incluye valores patrimoniales únicos llegados de la lejana época de la colonia.
En esa dirección destaca el centro histórico de la capital, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y que acoge a más de 100 edificaciones cuyo origen se remonta a los siglos XVI y XVII, mientras otras 200 van hasta el XVIII.
En su surgimiento y desarrollo, La Habana cobró forma alrededor de cinco grandes plazas, distribuidas por diferentes puntos de la villa y que llevaban por nombre la de Armas o Mayor, de San Francisco, la Ciénaga, del Santo Cristo y la Nueva, hoy conocida como Vieja.
La orden para la creación de esta última fue emitida hacia 1587, pero solo se llevó a la práctica en la segunda mitad del siglo XVII, para convertirse en el sitio ideal donde los vecinos de la ciudad intercambiaban sobre las noticias más recientes, practicaban operaciones comerciales o simplemente tomaban el fresco en la época de calor.
El segundo sitio urbano de ese tipo en dimensiones del país está en Camagüey – antigua Santa María del Puerto del Príncipe –, también llamada la ciudad de los tinajones por la abundancia de esos enormes recipientes de barro cocido, utilizados para la conservación de agua.
Mientras, en Sancti Spíritus destaca la ciudad de Trinidad, antaño conocida como Villa de la Santísima Trinidad y que tuvo su origen hacia el 1514 para colocarse entre las siete primeras localidades fundadas por los españoles en el archipiélago cubano.
También llamada la Ciudad Museo de Cuba tiene el privilegio de ser una de las localidades coloniales del país y califica además entre los conjuntos arquitectónicos más completos y conservados del continente americano.
Hacia el oriente, en la provincia de Granma, se encuentra el 48 por ciento de todos los sitios históricos del archipiélago cubano, con su ciudad cabecera – Bayamo – en calidad de Monumento Nacional y capital de la República en Armas al inicio de la guerra de independencia de 1868.
El país dispone de una extensa infraestructura de museos, con cerca de 290 instalaciones, entre las cuales 14 clasifican como de arte, siete de ciencias y tecnología, cinco de etnografía y antropología y 68 de historia.
Otras nueve se consideran especializadas, 164 generales y cuatro de arqueología, unido a aquellas dedicadas a elementos típicos del país como son los casos del Ron y el Tabaco.