La industria turística cubana, elemento clave en la economía de la isla, apuesta por la diversificación de sus ofertas para responder a la creciente demanda de los vacacionistas con opciones de primera línea y un servicio de calidad.
Tradicionales programas de sol y playa se combinan con las propuestas vinculadas con la cultura, historia, deporte y salud, sin olvidar el turismo de eventos e incentivos y la naturaleza.
Reservas naturales, de la biosfera, paisajes naturales, parques nacionales y áreas protegidas conforman una extensa red de ofertas, marcada por su riqueza, excelente conservación y características únicas que la distinguen en la región.
La ubicación geográfica del archipiélago cubano, llamado antaño la llave del golfo, lo convierte en una ruta obligada para las aves migratorias que viajan largas distancias, en busca de alimentos y refugio seguro desde América del Norte hacia el Sur y en su itinerario de regreso.
Asimismo, el sector impulsa las obras para ampliar las capacidades de alojamiento y conformar opciones extrahoteleras, todo ello incluido en planes integrales de expansión a mediano y largo plazos.
En ese contexto, la combinación de valores patrimoniales con la creación de espacios de hospedaje llevo al surgimiento en septiembre del 2007 de la cadena de hoteles E (Encanto).
La denominada marca cubana comenzó su incursión en la industria del ocio en la central ciudad de Cienfuegos, capital de la provincia de igual nombre, con la apertura del Palacio Azul en un inmueble de los años 20 del pasado siglo.
Posteriormente, sumó a sus filas el hotel Unión, una hospedería que data del año 1869 y que fue rescatada de sus ruinas en pleno centro histórico de Cienfuegos, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en 2005.
También Casa Verde y Perla del Mar, dos mansiones de los años 50 ubicadas en el entorno del hotel Jagua, se incorporaron a esa agrupación de instalaciones para el ocio que ya extiende su influencia más allá de los espacios originales.
Hoteles E amplió sus fuerzas con la puesta en explotación del Barcelona en la ciudad colonial de Remedios, la octava villa cubana en orden cronológico, ubicada en la zona norte de la central provincia de Villa Clara.
Su larga historia es particularmente evidente en el centro de la ciudad (declarado Monumento Histórico Nacional en 1980), donde la arquitectura española del siglo XVII todavía puede ser encontrada casi intacta.
El establecimiento se beneficia de una ubicación frente a la Plaza Mayor, la única en Cuba donde se asientan dos iglesias, una de ellas la Parroquial Mayor de San Juan Bautista, que contiene 13 altares hermosamente decorados en oro.
Mientras, en la oriental ciudad de Gibara destaca el Hotel Ordoño, localizado en la edificación más alta de la urbe que data de 1927, convertido en una joya de la arquitectura local, donde confluyen los valores patrimoniales excepcionales, el confort moderno y un servicio personalizado.