La industria turística cubana, con ingresos por dos mil 600 millones de dólares en el 2012, consolida posiciones en un escenario económico donde la eficiencia en la gestión y la diversidad de ofertas marcan pauta en la actividad.
El sector del ocio, convertido en engranaje de primera línea para la economía nacional, concentra las acciones de expansión en unos 15 puntos del archipiélago.
La prioridad esta en el balneario de Varadero, principal destino de sol y playa de la isla, apoyado en un potencial superior a las 20 mil habitaciones hoteleras y cerca del 33 por ciento del total de operaciones turísticas en el país.
Sin embargo, la capital no se queda atrás al poner a disposición del turismo 12 mil 800 habitaciones, unido a una amplia infraestructura gastronómica, cultural e institucional que complementa a la industria del ocio.
El desarrollo de la actividad está acompañado por la presencia de empresas foráneas de renombre, integradas en 27 compañías mixtas y vinculadas a seis decenas de contratos de administración, en una relación que aporta a Cuba experiencia y mercados.
Las tradicionales ofertas encuentran espacio en decenas de kilómetros de excelentes playas y blancas arenas, a lo cual se suma un clima agradable y aguas cálidas y transparentes.
En ese entorno se añaden las opciones que brinda la propia naturaleza de la isla, sus valores patrimoniales e históricos, la riqueza cultural y una gastronomía única.
Mientras, para la diversión están disponibles centros nocturnos de renombre, como el cabaret Tropicana, de fama mundial y ahora con espacios dedicados a similar actividad en la oriental provincia de Santiago de Cuba y en Matanzas.
Unido a ello, el desarrollo de más de cinco siglos de la sociedad cubana está reflejado en las innumerables opciones culinarias que representan aquellos elementos incorporados a las tradiciones propias del país.
A los platos característicos de la cocina criolla se añaden variantes llegadas del viejo continente, como son las de la comida española, francesa o italiana.
Asimismo, desde Asia y el Medio Oriente están presentes sugerencias aportadas por la gastronomía china, japonesa, coreana, árabe e hindú, por solo mencionar algunas de las que pueden encontrarse en restaurantes y cafeterías del país.
También se encuentran opciones culinarias características de la modernidad europea, para de esa forma responder a los requerimientos de los vacacionistas procedentes del llamado viejo continente.
La industria cubana del ocio también amplía sus horizontes con opciones novedosas como el ecoturismo y la vinculación de la actividad con la calidad de vida de los visitantes.
En otras de las modalidades, existen tres decenas de centros especializados en buceo operan en todo el territorio del país, con facilidades para cursos de iniciación e inmersiones en barreras coralinas y cavernas, todo ello bajo los parámetros exigidos a nivel internacional en esa actividad.