La industria turística cubana, elemento dinámico de la economía nacional, fomenta la diversidad en sus ofertas para aprovechar los atractivos históricos, culturales y naturales de la mayor de Las Antillas.
Además de las tradicionales opciones de sol y playa, los valores del entorno en una isla de paisajes hermosos y las peculiaridades de la flora y la fauna, constituyen una pieza clave para el desarrollo de la industria del ocio.
Para ello, el país pone a disposición de los visitantes 14 parques nacionales, 25 reservas ecológicas y seis6 reservas de la biosfera, con más de 16 mil 500 especies de la fauna.
Por su majestuosidad y belleza natural resalta el Valle de Viñales –en el occidente de la isla- con sus peculiares formaciones de mogotes, elevaciones de paredes verticales y cimas redondeadas que en ocasiones superan los 400 metros de altura.
Localizado en la provincia de Pinar del Río y declarado Monumento Nacional y Paisaje Cultural de la Humanidad por la UNESCO, Viñales destaca también por la exclusividad de su flora y fauna, y la existencia de varios sistemas cavernarios que clasifican entre los más bellos y grandes de Latinoamérica.
Mientras, en el centro sur se localiza el Sitio Ramsar y el mayor humedal del Caribe insular, la Ciénaga de Zapata, que acoge a más de mil especies de la flora y un criadero de cocodrilos que ostenta ya renombre internacional.
Hacia el centro del país también está El Nicho, ubicado a 46 km de la ciudad de Cienfuegos. Es uno de los lugares más interesantes del macizo montañoso Guamuhaya por el sistema de cascadas y saltos de agua que brotan de los ríos y manantiales de la zona.
El salto de agua del Caburní, con sus 64 metros de altura, la cueva de Martín Infierno y su estalactita de más de 60 metros -entre otros atractivos- esperan a los turistas que arriban a la región central de la isla, con el más importante sistema montañoso de esa zona en el Escambray.
Hacia el oriente, las mayores alturas del país en la Sierra Maestra marcan la riqueza del Parque Nacional de igual nombre, donde las historias, leyendas y las tradiciones más autóctonas están presentes junto a una naturaleza de espléndida belleza.
Los expertos aseguran que en el país existen más de 10 mil cuevas, muchas de ellas con unos 25 millones de años de evolución con destaque para el sistema de Santo Tomás que dispone de 45 kilómetros de galerías enterradas.
El acercamiento a la naturaleza desde una opción de playa o ciudad añade además valor al producto turístico, apoyado en el creciente interés de los visitantes en conocer la realidad de los campos cubanos y disfrutar de un medio casi virgen que llama sin cesar a la aventura.