Playas, sol, cultura y tradiciones se combinan en la mayor de Las Antillas como una mezcla perfecta, en la cual destaca cada vez con mayor fuerza la modalidad del turismo de salud en estrecho vínculo con los atractivos naturales del país.
La industria cubana del ocio, orientada en un inicio casi en exclusiva a una oferta tradicional, amplía sus horizontes con opciones novedosas como el ecoturismo y la vinculación de la actividad con la calidad de vida de los visitantes.
A ese propósito se destinan numerosas instalaciones de salud existentes en el país, hoteles especializados en diversos tratamientos y balnearios de aguas medicinales para diversas aplicaciones, entre los cuales califica San Diego de los Baños, localizado en la provincia de Pinar del Río.
La bien ganada fama del mencionado sitio tiene su origen siglos atrás, mas exactamente en 1632, cuando un hecho casual que involucró a un esclavo sacó a la luz pública las cualidades casi milagrosas de sus manantiales.
Hasta nuestros días llega la anécdota -casi leyenda- de Taita Domingo, un esclavo liberado por sus amos al encontrarse gravemente enfermo con lesiones en la piel y que deambulaba de un lado a otro por el caserío.
En sus andares, Taita Domingo descubrió un manantial llamado La Gallina, cuyas aguas aliviaron sus padecimientos e incluso llegaron a curarlo, marcando así el inicio de una nueva época para esa localidad del occidente cubano.
A partir de ese momento, personas con diversas enfermedades cutáneas comenzaron a frecuentar el pequeño poblado para tratar sus males, sirviendo de un excelente medio para proclamar los atractivos del sitio.
Cercano al balneario, en medio de un paisaje de aguas con innumerables propiedades curativas se localiza el Hotel Mirador, operado por la cadena Islazul, como garantía de la más absoluta tranquilidad para el descanso.
El centro, fundado en 1948, toma su nombre de una antigua construcción de la época colonial española, utilizada como punto de observación, y en la actualidad desde lo alto del hotel se aprecia una naturaleza virgen, plena de atractivos de la flora y la fauna para todos los gustos.
La bien ganada fama de San Diego de los Baños llevó a sus inmediaciones el diversas épocas a personalidades de renombre universal, entre las cuales destacan el naturalista alemán Alejandro de Humboldt, o Francescho Antomache, quien fuera médico personal de Napoleón Bonaparte.
De la historia cubana se mencionan al escritor Cirilo Villaverde, autor de una de las obras maestras de la literatura nacional -"Cecilia Valdés"- y Carlos Manuel de Céspedes, quien fuera presidente de la República en Armas durante la gesta independentista de 1868.
Las facilidades del balneario contemplan además el empleo de procedimientos de acupuntura, fangos medicinales, apiterapia y fármacos de origen natural, como parte de técnicas de la medicina tradicional.
En ese contexto, el descanso se combina con las milagrosas aguas de los manantiales para conformar una oferta única que permite a los visitantes curar sus padecimientos y disfrutar de la naturaleza al mismo tiempo.