El archipiélago cubano, pieza esencial en el entorno turístico caribeño, sustenta su potencial en la diversidad de atractivos naturales, históricos, culturales y patrimoniales para el ocio en toda su geografía.
En esa dirección, la zona oriental cuenta con elementos como el balneario de Guardalavaca, una perfecta combinación de arena fina y mar, marcada por las cercanías de las montañas y el verde de la vegetación.
Varios cayos dedicados al turismo, parques naturales y centros de opciones extrahoteleras completan la oferta para la industria del ocio en la provincia de Holguín, muy visitada por miles de vacacionistas cada año.
Mientras, los practicantes del inmersionismo cuentan con la opción única del Tanque Azul de Caletones, una caverna inundada que tiene además la peculiaridad de encontrarse dentro de la ruta más importante de aves migratorias de la región.
Cayo Saetía complementa la oferta con un coto único de caza, verdadero rincón de animales protegidos, donde el viajero se tropieza a cada paso con venados, jabalíes, búfalos, avestruces, pavos reales y toros salvajes, entre otros exponentes de la fauna.
También en esa región están las provincias de Ciego de Ávila y Camagüey, donde destaca el dinámico desarrollo del polo turístico Jardines del Rey, nombre dado por los colonizadores españoles a una cadena de islotes de singular atractivo para los vacacionistas.
En Camagüey, la opción de playa se concentra en el balneario de Santa Lucía, con una franja costera arenosa de 20 kilómetros, aguas cálidas y cristalinas, protegidas a su vez por una enorme barrera coralina.
En la costa sur, la zona de Jardines de la Reina coloca su contribución en el inmersionismo, acompañado de la experiencia aventurera de tomar un baño con tiburones o vivir días inolvidables en el hotel flotante Tortuga.
Mientras, la provincia de Las Tunas, se erige también como una nueva pieza en el sector turístico cubano, con numerosas opciones de playa, naturaleza, cultura e historia.
Entre los 265 kilómetros de costa del mencionado territorio se localizan hasta 35 playas vírgenes de excelente calidad, complementadas con aguas cristalinas, barreras coralinas y arenas blancas.
La incursión de esa región en la industria del ocio ocurre tras varios siglos de atención orientada a la actividad azucarera y la ganadería, a lo cual se añaden los recientes pasos en la siderurgia con la instalación de una de las plantas más modernas del país.
En el territorio destaca la presencia de la ciudad de Puerto Padre, que comenzó a poblarse hacia 1869 y fue escenario de importantes acontecimientos bélicos durante la Guerra de los Diez Años por la independencia de Cuba.
Como elemento de singularidad, en su malecón se encuentra uno de los pocos manantiales de agua dulce de la isla que vierte sus aguas en la orilla del mar, lo cual le otorga un toque de distinción para los visitantes que acuden al lugar.
La oferta para los vacacionistas foráneos se complementa con cotos de caza y bosques orientados al turismo de naturaleza, unido a las aguas mineromedicinales del municipio de Jesús Menéndez y facilidades con vistas a la práctica de la espeleología.