El sector turístico cubano, ubicado entre los elementos de mayor dinamismo en la economía nacional, apuesta por una estrategia de expansión que se sustenta en mejorar los indicadores de calidad y eficiencia.
Frente a la creciente competencia que enfrenta la mayor de Las Antillas en el Caribe, donde se localizan destinos de primera línea como República Dominicana, el reto está en diversificar las ofertas con nuevas opciones de recreación.
En la apuesta para la expansión del sector, los visitantes tienen ahora acceso a alojamientos y restaurantes privados, como parte de las opciones dirigidas a elevar la calidad de los servicios.
De manera oficial, se autorizó a las agencias y entidades turísticas a contratar los servicios de privados con vistas a organizar excursiones para grupos de visitantes.
Bajo ese esquema se incluyen los paseos a caballo, en carretas o en los clásicos automóviles antiguos que aún circulan por las calles del país.
Además de alojamientos, restaurantes o excursiones, el sistema turístico cubano puede contratar cerca de tres decenas de servicios ofertados por el sector no estatal.
Entre ellos trabajos de albañilería, carpintería, cerrajería, cristalería, electricistas, jardineros, construcción, reparación y mantenimiento de inmuebles.
La expansión del sector privado se refleja en la existencia de unos dos mil restaurantes no estatales conocidos en la isla con el término de paladar.
De uso popular, la denominación tiene su origen en la telenovela brasileña Vale Todo, exhibida en Cuba a inicios de los años 90 del pasado siglo donde ese era precisamente el nombre de la cadena de restaurantes de la protagonista.
Asimismo, se añaden cerca de siete mil 250 habitaciones y unas mil 300 viviendas de particulares con las licencias requeridas para el arrendamiento en sus diversas modalidades.
Estos proyectos conforman una propuesta extrahotelera que se caracteriza por la alta calidad de sus servicios gastronómicos, de alojamiento y atención al cliente.
El sector turístico de Cuba opera en estos momentos 60 mil 500 habitaciones, de las cuales el 63 por ciento corresponde a hoteles de categorías cuatro y cinco estrellas.
Los polos más relevantes son el occidental balneario de Varadero, que abarca el 32 por ciento de las habitaciones, La Habana con el 23 por ciento, norte de la central provincia de Villa Clara, Jardines del Rey y Holguín.