La capital cubana, principal destino turístico de la mayor de Las Antillas, concentra en su centro histórico importantes atractivos para el ocio, apoyada en una herencia de siglos presente por doquier en la urbe caribeña.
Denominada también como La Habana Vieja y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, encierra buena parte de los museos, iglesias, centros culturales e inmuebles muy vinculados a la época de la colonia, con unas 33 mil edificaciones construidas en su mayoría durante los siglos XVIII y XIX.
Asimismo, de la mano de la compañía HABAGUANEX S.A. -adscrita a la Oficina del Historiador de la Ciudad- llegan al turismo las propuestas de diversos hoteles ubicados en sitios de relevancia histórica.
La compañía trabaja en tres líneas fundamentales de negocios, entre ellas la hotelera, la gastronómica y la actividad de comercio, apoyada en un potencial de dos decenas de establecimientos hoteleros y un centenar de instalaciones gastronómicas.
De esa forma llegan al turismo las propuestas de diversos hoteles ubicados en sitios de relevancia histórica.
El surgimiento de este tipo de edificación, junto a los gigantes de la hotelería con centenares de habitaciones, apunta al rescate de una tradición de siglos anteriores, cuando eran precisamente los encargados de satisfacer las necesidades de alojamiento de las grandes ciudades.
Además la compañía especializada pone a disposición de sus clientes bares y espacios al aire libre, unido a más de doscientas tiendas y mercados en la zona histórica capitalina.
La más reciente novedad está en la cervecería Antiguo Almacén de la Madera y el Tabaco, que ahora suma otra atractiva oferta para la recreación de nacionales y visitantes foráneos.
Con tecnología austríaca, ese nuevo establecimiento surgió de la restauración de un viejo espigón con su nave de almacenamiento, al cual se le respetaron la estructura general y la arquitectura.
Unido a ello, en proyecto figuran las aperturas de la Casa de la Obrapía y el museo de Arte Colonial, además del inicio de la reconstrucción en el segundo piso de los Almacenes San José.
El amplio espectro de ofertas incorporo el bar Bigote de Gato y la Casa del Queso, el Bodegón Español, y otro italiano, con productos típicos de esas penínsulas europeas.
Como característica general, los visitantes se sienten atraídos por las numerosas condiciones que facilitan el descanso, apoyadas por la tranquilidad de pequeños y cómodos salones, junto a patios interiores poblados de vegetación y con alguna que otra fuente de agua cristalina.
La actividad turística en el Centro Histórico se inserta en un proyecto de rehabilitación integral que garantiza la participación de los ciudadanos, a partir de la generación de nuevos empleos y el mejoramiento de sus condiciones de vida.