La ciudad de Cienfuegos, capital de la central provincia cubana de igual nombre, se erige en su condición de Perla del Sur como un destino único para el turismo con el aval de una historia que alcanzo los 195 años desde su fundación.

Antigua colonia Fernandina de Jagua, la urbe tiene además a su favor la condición de Patrimonio Cultural de la Humanidad para su centro histórico, otorgada por la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura),

Para los visitantes la amplia relación de sitios de interés incluye a la Fortaleza de Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua erigida hacia 1745 y única en su tipo en la región central del país.

El castillo posee una torre de base circular con aspilleras verticales y estrechas, en tanto su cúpula cuenta con una tronera que semeja un ojo en alerta sobre las aguas siempre tranquilas.

Como complemento, la fortaleza fue objeto de un proceso de restauración que permite a los interesados apreciar en toda su dimensión la capilla original, así como sus celdas y el foso que impide el acceso si el puente está levantado.

Mientras, el Jardín Botánico es famoso por ser el más longevo de Cuba, con mil 600 especies de plantas tropicales y subtropicales distribuidas en un espacio de unas 90 hectáreas.

Creado en 1901, ese parque calificado como Monumento Nacional quedó abierto al público en 1940 e incluso se desempeñó como laboratorio de investigaciones biológicas, de la Universidad de Harvard, de Estados Unidos.

Las opciones de la historia llegan hasta la Necrópolis Tomás Acea, donde las lápidas de los nichos son verdaderos tesoros del arte estatuario en bajo relieve, mientras sus exteriores atesoran hermosas rejas de hierro concebidas hace más de 150 años.

Hacia 1819, colonos procedentes de Burdeos (Francia) asumieron el diseño original de la urbe y comenzó la construcción de las casas y los edificios públicos en las primeras 25 manzanas del núcleo original del poblado.

Calles rectas y anchas, fachadas corridas, con predominio del puntal alto, solemnes edificios con estilos neoclásicos y ecléctico conforman la imagen de un centro que sigue el estilo colonial de construcción.

La labor de restauración permitió recuperar importantes espacios públicos e inmuebles, entre ellos el entorno del céntrico parque Martí (antigua Plaza de Armas) y la Catedral Nuestra Señora de la Purísima Concepción.

Junto a una de las mejores bahías del mundo, por sus dimensiones, calado y seguridad, esta ciudad es considerada una joya arquitectónica de gran influencia francesa.