El sector turístico cubano, apoyado en la diversidad de ofertas del archipiélago, se erige en centro de atención del capital foráneo, interesado en aprovechar las oportunidades de inversión que brinda el sector.
Las facilidades que contempla la nueva ley de inversión extranjera allanan el camino hacia una mayor presencia de cadenas hoteleras en la industria del ocio en el archipiélago.
La diversificación de la oferta turística cubana contempla además el desarrollo de nuevas opciones como el golf, con una importante presencia del capital extranjero.
Un primer proyecto involucra al grupo británico Esencia Hotels and Resorts, el cual destinara cerca de 350 millones de dólares para la instalación del club La Carbonera en la occidental provincia de Matanzas.
El complejo contará con un campo de golf de 18 hoyos, un hotel de lujo, una villa de alrededor de 650 apartamentos y residencias, un centro comercial y un club.
Además, una segunda empresa mixta para el desarrollo de instalaciones inmobiliarias vinculadas a campos de golf agrupa al grupo cubano Palmares y la firma china Beijing Enterprises Holdings Limited.
De manera paralela, avanzan los preparativos técnicos de otros dos proyectos similares, con la participación de empresas de España y también en asociación con el grupo Palmares.
Uno de ellos estará ubicado en la zona de El Salado, al oeste de La Habana, y el otro en Punta Colorada, en la provincia de Pinar del Río, la más occidental de la isla.
Como novedad, Cuba concede el derecho de superficie por 99 años o perpetuidad, y la vigencia inicial de la sociedad a conformar se determinará en correspondencia con el período de recuperación de la inversión, la magnitud de los recursos movilizados y las características del proyecto.
Mientras, la firma española Meliá Hotels Internacional está presente en la isla desde hace más de dos décadas y con 26 establecimientos bajo su administración.
La cadena gestiona en el país caribeño las instalaciones agrupadas en cuatro marcas fundamentales, entre ellas Paradisus, Meliá, y Sol Hoteles.
A su vez, el grupo hotelero suizo Kempinski, el más antiguo del viejo continente, asumirá la administración de un futuro inmueble del grupo Gaviota S.A, en la capital cubana, cuya apertura está programada para el 2016.
Unido a ello, una empresa mixta con el Grupo Barceló, de España, se encargará la edificación en el balneario de Santa Lucía de dos hoteles con un total de mil habitaciones en establecimientos de categoría cinco estrellas.