La mayor de Las Antillas, atractivo por excelencia para la industria del ocio, amplia su oferta más allá de sus límites con la incorporación de inexplorados islotes y cayos al disfrute de los vacacionistas.
En el norte de la provincia cubana de Ciego de Ávila se localiza el que es considerado como uno de los destinos de más dinámico crecimiento en el sector turístico del país y que responde al nombre colonial de Jardines del Rey.
En la zona, Guillermo es uno de los cayos de menor tamaño, con apenas 18 kilómetros cuadrados de extensión, si bien ostenta una diversidad característica de la flora con especies como la caoba, los almácigos y las sabinas.
La avifauna es abundante en especies acuáticas, entre las cuales se destaca la presencia de una colonia de flamencos rosa, ya que constituyen un lugar de tránsito y hasta de anidación de aves migratorias, además de las endémicas del país.
La flora y fauna de estas islas se relaciona estrechamente con la de Bahamas, tratándose de un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza, que la pueden admirar en recorridos a pie, sobre el lomo de un caballo o en excursiones
Asimismo, en su geografía encierra entre los principales atractivos cinco kilómetros de hermosas playas, una de ellas nombrada El Pilar, en honor del yate de igual nombre del famoso novelista norteamericano Ernest Hemingway.
Unido a ello, tiene la particularidad adicional de contar con dunas de hasta 16 metros de altura, entre las mayores de la región.
Además, la mencionada playa es considerada entre las mejores del archipiélago cubano, avalada por la calidad y anchura de su franja de arena, unido a las cristalinas aguas del mar.
Este islote dispone de excelentes instalaciones hoteleras, cuenta con lagos artificiales, piscinas y todas las ofertas de entretenimiento, animación y servicios posibles en medio de un ambiente apenas alterado por la presencia humana, para garantizarle una estancia inolvidable.
Cayo Guillermo está enlazado a tierra firme por una vía sobre el mar desde Turiguanó, al norte de la provincia de Ciego de Ávila, famosa por sus lagunas donde la pesca de truchas constituye un especial atractivo junto a sus excelentes paisajes rurales.
Por otra parte, los paradisíacos fondos marinos de este cayo, comparables a un gigantesco acuario, pueden ser contemplados gracias a la existencia de centros de buceo.
Precisamente la exuberante naturaleza de cayos como Coco, Guillermo y Paredón Grande llevó al adelantado Diego Velázquez a nombrar ese lugar como Jardines del Rey, en homenaje al monarca español Fernando El Católico.
La cercanía de una barrera coralina de 400 kilómetros, considerada por los expertos como la segunda en importancia a nivel mundial -después de la australiana- añade un toque de distinción a la oferta con las más variadas actividades de buceo para los amantes del submarinismo, en aguas de temperatura agradable y excelente visibilidad.
Los vacacionistas disponen también en las ciudades de Ciego de Ávila y Morón de propuestas de visitas a sitios de interés histórico-cultural, en tanto diversas instalaciones y restaurantes garantizan una confortable estancia.