Las tradicionales ofertas de sol y playa en la geografía cubana, sustentadas por extensas zonas costeras de blancas arenas y cálidas aguas, se complementan con la opción de naturaleza gracias a la riqueza inigualable de la isla.
En esa dirección destaca la Ciénaga de Zapata, una de las opciones turísticas de mayor atractivo en la occidental provincia de Matanzas, además de ser el paraíso por excelencia para los amantes de la ecología.
Playas de azules aguas, bosques exóticos, ríos, lagos, cavernas inundadas, piscinas naturales, zonas vírgenes y sabanas típicas de ciénaga se suman para brindar refugio al 30 por ciento de la fauna autóctona de la mayor de Las Antillas.
En efecto, ese territorio está calificado como el mayor humedal de la región del Caribe insular, con atractivos turísticos relacionados con el turismo de naturaleza, de playa, pesca deportiva y buceo.
Además, en su geografía acoge 78 especies de plantas endémicas de la isla, unido a exponentes de la fauna como los cocodrilos y las aves.
Entre las especies de peces sin dudas la más interesante es el manjuarí, prácticamente un fósil viviente que solo habita en la Ciénaga de Zapata.
Mientras, 171 variedades de aves -18 de ellas endémicas del territorio- se añaden a los atractivos del lugar, unido a la presencia de un tipo de cocodrilo único en Cuba, además del manatí, considerado una de las joyas de la fauna nacional.
En la zona se ubica Playa Larga, con 400 metros de aguas cálidas, excelentes arenas, fondos cubiertos de corales y varios senderos naturales para el pleno disfrute de una naturaleza prácticamente virgen.
Se integran en la oferta las Salinas de Bidos, donde en invierno los naturalistas pueden observar hasta 165 especies de aves, además de la Cueva de los Peces, la mayor inundada del archipiélago, sitio ideal para el espeleobuceo.
La Ciénaga de Zapata cuenta con la Laguna del Tesoro, embalse natural de agua dulce de 900 hectáreas de espejo y cuatro metros de profundidad donde vive la trucha dorada, especie codiciada por los aficionados a la pesca.
En medio de ese reservorio acuático se ubica Villa Guamá, reproducida en la imagen de una aldea taína, con cabañas construidas sobre pilotes.
Una docena de pequeñas islas comunicadas por un sistema de canales y puentes acogen al centro turístico de Guamá, único de su tipo en el Caribe por su tipo de construcción aborigen.
En esa instalación, el trabajo de la famosa escultora Rita Longa llevó a escala natural una réplica de una aldea de taínos, primeros habitantes de la mayor de Las Antillas, con sus pobladores en plenas funciones cotidianas y con apariencia de haber sido sorprendidos por el tiempo en sus faenas.
Bajo esas premisas, el desarrollo sustentable de la actividad turística permite el máximo cuidado del entorno natural, con el consiguiente beneficio para quienes optan por los programas vinculados con el ambiente y la ecología.