La provincia de Ciego de Ávila, en la porción oriental de la mayor de Las Antillas, suma a los atractivos para el ocio a una naturaleza exuberante, tradiciones culturales únicas y una historia centenaria.
Todos ellos se dan la mano en una verdadera combinación capaz de satisfacer las expectativas de los vacacionistas, muchos de ellos atraídos por la ciudad de Morón.
En efecto, el conjunto de la referida urbe tiene una existencia que alcanza ya los 471 años -fundada en mayo de 1543-, con un origen en manos de familias que emigraron desde Sancti Spíritus, además de marineros que navegaron a lo largo de la costa norte en busca de aventuras y fortuna.
Sitios de incalculable valor como la Trocha de Júcaro a Morón -obra defensiva vinculada a la gesta independentista de la isla-, se vinculan con leyendas y costumbres que llegan hasta nuestros días.
La más conocida de ellas es, sin dudas, la del Gallo de Morón, convertido en símbolo de esa ciudad cubana y reflejado en una escultura en bronce de tres metros y un peso de tres toneladas, obra de la destacada artista plástica cubana Rita Longa a inicios de la década de los 80.
En los trabajos del monumento la escultora contó con la colaboración artística de Armando Alonso, responsabilizado con la ejecución de las obras de un primer gallo en los años 50.
Una de las versiones está vinculada a la fundación de la ciudad sobre una elevación de escasa altura, lo cual coincide con la definición geográfica de "morón", que quiere decir pequeño montículo de tierra.
Otra, se remonta a la localidad española de Morón de la Frontera, en Sevilla, donde precisamente comienza a gestarse la historia de la mundialmente famosa ave.
En las construcciones de la ciudad el estilo predominante es el ecléctico, donde se destacan viviendas con zócalos decorados con baldosas vidriadas y azulejos, además de las barandas de madera y rejas de hierro con figuras geométricas.
Morón cuenta también con una iglesia católica, la reliquia constructiva más vieja que se mantiene en pie y es la única del país que posee una torre almenada y aspilleras en sus paredes.
Cabe mencionar que la edificación fue utilizada como cuartel militar en las guerras independentistas, en la llamada Guerra de la Chambelona y en la última contienda de liberación nacional.
Además, en un terreno ubicado frente a la iglesia se efectuó en 1851 la primera corrida de toro, ejecutada por expertos toreros venidos de España.
Entre las peculiaridades históricas de la ciudad está la circulación del primer periódico en 1855 bajo el nombre de "El Faro de Morón", dirigido por Francisco Fernández, a la vez que por esa fecha circuló por las calles de la urbe la primera volanta.
Por todo ello, sirve también de excelente complemento para la industria del ocio, al recibir con el canto del ave de bronce a los miles de visitantes que acuden al territorio en busca del necesario descanso, acompañado de los elementos únicos que aportan la historia, leyendas y tradiciones de siglos atrás.
La provincia de Ciego de Ávila, en la porción oriental de la mayor de Las Antillas, suma a los atractivos para el ocio a una naturaleza exuberante, tradiciones culturales únicas y una historia centenaria.
Todos ellos se dan la mano en una verdadera combinación capaz de satisfacer las expectativas de los vacacionistas, muchos de ellos atraídos por la ciudad de Morón.
En efecto, el conjunto de la referida urbe tiene una existencia que alcanza ya los 471 años -fundada en mayo de 1543-, con un origen en manos de familias que emigraron desde Sancti Spíritus, además de marineros que navegaron a lo largo de la costa norte en busca de aventuras y fortuna.
Sitios de incalculable valor como la Trocha de Júcaro a Morón -obra defensiva vinculada a la gesta independentista de la isla-, se vinculan con leyendas y costumbres que llegan hasta nuestros días.
La más conocida de ellas es, sin dudas, la del Gallo de Morón, convertido en símbolo de esa ciudad cubana y reflejado en una escultura en bronce de tres metros y un peso de tres toneladas, obra de la destacada artista plástica cubana Rita Longa a inicios de la década de los 80.
En los trabajos del monumento la escultora contó con la colaboración artística de Armando Alonso, responsabilizado con la ejecución de las obras de un primer gallo en los años 50.
Una de las versiones está vinculada a la fundación de la ciudad sobre una elevación de escasa altura, lo cual coincide con la definición geográfica de "morón", que quiere decir pequeño montículo de tierra.
Otra, se remonta a la localidad española de Morón de la Frontera, en Sevilla, donde precisamente comienza a gestarse la historia de la mundialmente famosa ave.
En las construcciones de la ciudad el estilo predominante es el ecléctico, donde se destacan viviendas con zócalos decorados con baldosas vidriadas y azulejos, además de las barandas de madera y rejas de hierro con figuras geométricas.
Morón cuenta también con una iglesia católica, la reliquia constructiva más vieja que se mantiene en pie y es la única del país que posee una torre almenada y aspilleras en sus paredes.
Cabe mencionar que la edificación fue utilizada como cuartel militar en las guerras independentistas, en la llamada Guerra de la Chambelona y en la última contienda de liberación nacional.
Además, en un terreno ubicado frente a la iglesia se efectuó en 1851 la primera corrida de toro, ejecutada por expertos toreros venidos de España.
Entre las peculiaridades históricas de la ciudad está la circulación del primer periódico en 1855 bajo el nombre de "El Faro de Morón", dirigido por Francisco Fernández, a la vez que por esa fecha circuló por las calles de la urbe la primera volanta.
Por todo ello, sirve también de excelente complemento para la industria del ocio, al recibir con el canto del ave de bronce a los miles de visitantes que acuden al territorio en busca del necesario descanso, acompañado de los elementos únicos que aportan la historia, leyendas y tradiciones de siglos atrás.