La provincia de Holguín, en la porción oriental del archipiélago, se erige en destino turístico de dinámica expansión en la industria cubana del ocio, apoyada en su riqueza natural inigualable y la diversidad de sitios únicos para el descanso.
El territorio acoge además a Bariay, punto donde tocó tierra cubana el almirante Cristóbal Colón en su proceso de búsqueda de una nueva ruta a Las Indias.
Según la leyenda, la vista del magnífico entorno natural -con playas vírgenes y una vegetación exuberante- llevó a sus labios el calificativo de "La tierra más hermosa que ojos humanos han visto".
La geografía de Holguín acoge una decena de ciudades importantes, entre las cuales se destacan Banes -considerada la capital arqueológica de Cuba- y Gibara, esta última doblemente atractiva por el excelente estado de conservación de su arquitectura colonial ibérica.
Para el turismo, están disponibles zonas de playas, varios cayos, parques naturales y centros de opciones extrahoteleras, con especial destaque de sitios como Guardalavaca, Estero Ciego, Esmeralda y Don Lino, por solo citar algunos.
Entre las propuestas únicas destaca Cayo Naranjo, el cual aporta además la sorpresa de un acuario en medio del mar.
Situado en la bahía de igual nombre, el centro cuenta con acceso sólo a través de rápidas embarcaciones que trasladan a los visitantes desde la cercana costa, llamados por el deleite de contemplar las más diversas especies marinas e incluso disfrutar un refrescante baño con algunas de ellas.
Tres decenas de kilómetros de costas con cinco playas naturales, asentamientos arqueológicos, cuevas y cayos vírgenes se integran a una oferta que muestra como complemento una barrera coralina de seis kilómetros de extensión, excelente para la práctica del buceo.
Holguín encierra asimismo las ruinas de las fortificaciones españolas que protegieron a sus ciudades del asedio de piratas y corsarios, atraídos por las riquezas de la colonia.
Además, dispone de cerca de 60 kilómetros de playas, grandes y pequeñas, que dirigen su mirada al Atlántico, muchas de ellas capaces de competir en belleza y claridad de sus aguas con las más famosas a nivel mundial.
La ciudad capital también tiene sus encantos, en una verdadera mezcla de arquitectura española, casas tipo chalet del estilo americano, barrios periféricos apegados a lo tradicional y una cultura con un carácter verdaderamente iberoamericano.
A su vez, entre los amantes del ecoturismo resaltan los atractivos singulares de las zonas cercanas a Sierra Cristal, donde se localizan exponentes únicos de la flora cubana como palmas, cocoteros, frutas tropicales, helechos y árboles de maderas preciosas.
Por su parte, los practicantes del inmersionismo cuentan con la opción única del Tanque Azul de Caletones, una caverna inundada que tiene además la peculiaridad de encontrarse dentro de la ruta más importante de aves migratorias de la región.
Valles y cerros se combinan con una vegetación única y una fauna que muestra al ave nacional Tocororo, acompañada de pájaros carpinteros, cotorras, cateyes, guacamayos, jutías congas e incluso caballos salvajes.
La provincia de Holguín, en la porción oriental del archipiélago, se erige en destino turístico de dinámica expansión en la industria cubana del ocio, apoyada en su riqueza natural inigualable y la diversidad de sitios únicos para el descanso.
El territorio acoge además a Bariay, punto donde tocó tierra cubana el almirante Cristóbal Colón en su proceso de búsqueda de una nueva ruta a Las Indias.
Según la leyenda, la vista del magnífico entorno natural -con playas vírgenes y una vegetación exuberante- llevó a sus labios el calificativo de "La tierra más hermosa que ojos humanos han visto".
La geografía de Holguín acoge una decena de ciudades importantes, entre las cuales se destacan Banes -considerada la capital arqueológica de Cuba- y Gibara, esta última doblemente atractiva por el excelente estado de conservación de su arquitectura colonial ibérica.
Para el turismo, están disponibles zonas de playas, varios cayos, parques naturales y centros de opciones extrahoteleras, con especial destaque de sitios como Guardalavaca, Estero Ciego, Esmeralda y Don Lino, por solo citar algunos.
Entre las propuestas únicas destaca Cayo Naranjo, el cual aporta además la sorpresa de un acuario en medio del mar.
Situado en la bahía de igual nombre, el centro cuenta con acceso sólo a través de rápidas embarcaciones que trasladan a los visitantes desde la cercana costa, llamados por el deleite de contemplar las más diversas especies marinas e incluso disfrutar un refrescante baño con algunas de ellas.
Tres decenas de kilómetros de costas con cinco playas naturales, asentamientos arqueológicos, cuevas y cayos vírgenes se integran a una oferta que muestra como complemento una barrera coralina de seis kilómetros de extensión, excelente para la práctica del buceo.
Holguín encierra asimismo las ruinas de las fortificaciones españolas que protegieron a sus ciudades del asedio de piratas y corsarios, atraídos por las riquezas de la colonia.
Además, dispone de cerca de 60 kilómetros de playas, grandes y pequeñas, que dirigen su mirada al Atlántico, muchas de ellas capaces de competir en belleza y claridad de sus aguas con las más famosas a nivel mundial.
La ciudad capital también tiene sus encantos, en una verdadera mezcla de arquitectura española, casas tipo chalet del estilo americano, barrios periféricos apegados a lo tradicional y una cultura con un carácter verdaderamente iberoamericano.
A su vez, entre los amantes del ecoturismo resaltan los atractivos singulares de las zonas cercanas a Sierra Cristal, donde se localizan exponentes únicos de la flora cubana como palmas, cocoteros, frutas tropicales, helechos y árboles de maderas preciosas.
Por su parte, los practicantes del inmersionismo cuentan con la opción única del Tanque Azul de Caletones, una caverna inundada que tiene además la peculiaridad de encontrarse dentro de la ruta más importante de aves migratorias de la región.
Valles y cerros se combinan con una vegetación única y una fauna que muestra al ave nacional Tocororo, acompañada de pájaros carpinteros, cotorras, cateyes, guacamayos, jutías congas e incluso caballos salvajes.