La provincia de Holguín, en la zona oriental de la isla, cuenta en su geografía con espacios únicos de playa que combinan la posibilidad de disfrutar de las cálidas aguas del mar con una naturaleza en perfecto estado de conservación.
Balnearios de reconocido prestigio como Guardalavaca –beneficiados por el clima cálido que invita a disfrutar de las aguas– están acompañados de pequeños espacios, devenidos pequeños tesoros del mar para el turismo como las playas Esmeralda, Yuraguanal y Pesquero.
En esa última se localizan numerosos sitios naturales fascinantes, tanto abajo del agua como en superficie, con una extensión en torno a 1,1 kilómetros.
Playa Pesquero está ubicada en las cercanías de la Bahía de Naranjo, la cual tiene un área de 4,2 kilómetros cuadrados de superficie y una profundidad media de seis metros, y almacena en su cuenca unos 25 millones de metros cúbicos de agua.
La bahía presenta tres lóbulos, un corto canal que la comunica con el mar adyacente y un conjunto de cinco cayos, el mayor de los cuales se encuentra en su porción central llamado Jutía.
En su margen oeste presenta varias ensenadas y penínsulas y el estero de Arroyo de Oro, mientras que en el sur hay una serie de entrantes y salientes y desemboca el Río Naranjo.
Además, está rodeada por más de mil 200 hectáreas de bosques naturales que contienen unas 600 especies –muchas de ellas endémicas– en especial la zona del Cuabal Costeros.
Alrededor de la bahía existen numerosos senderos ecoturísticos, además de acuarios, un delfinario y escenarios dedicados a la ejecución de proyectos medioambientales.
En Pesquero existe también una instalación hotelera –una de las mayores de la isla–, ubicada en medio de una exuberante y policroma vegetación, lo cual le permite convertirse en el lugar perfecto para el ocio.
De esa forma, se presenta con un diseño que reproduce elementos de la cultura azucarera y ferroviaria de la región, incluida como muestra la más vieja locomotora que funcionó en la zona.
El complejo ofrece bungalows de dos plantas, donde las habitaciones están decoradas en vivos colores caribeños con paredes pintadas al efecto lavado de esponja, telas brillantes, cuartos de baño con mucho estilo y una elegancia neoclásica contemporánea.
La arquitectura y decoración reflejan las tradiciones culturales de la región y reproduce elementos personalizados, como el tren más antiguo de Holguín, cuyas vías representan las calles empedradas, con nombres de plazas y calles de Holguín y Santiago de Cuba.