El turismo de cruceros, modalidad turística de dinámica expansión a nivel mundial, extiende su influencia a la mayor de Las Antillas gracias a los beneficios que le aporta su envidiable ubicación geográfica.
Recientes medidas adoptadas en el marco del proceso de normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos abren el camino para el desarrollo de esa opción recreativa.
En esa dirección, cabe mencionar que la isla se encuentra en un eje de navegación para los grandes barcos utilizados en el turismo de cruceros, además de veleros y otros transportes de náutica recreativa.
Tras un incipiente despegue en los años 90 del pasado siglo, la actividad se limito en el país hasta meses atrás, cuando la naviera MSC Cruceros coloco en la región al MSC Opera, con capacidad para dos mil 100 pasajeros.
La nave, la mayor de su tipo que ha tocado puerto cubano, ya ofrece itinerarios de siete días de navegación por el Caribe y algunos puertos cubanos, alimentada con vacacionistas europeos y canadienses llegados por vía aérea.
Asimismo, el MSC Armonia, con capacidad para dos mil 679 pasajeros, se sumara a finales de año para aprovechar el éxito de la operación inicial, con un impacto positivo en el sector.
Unido a ello, existen varias propuestas de ferris para enlazar al sur del vecino del Norte con La Habana, como ocurría en los años 50 del pasado siglo XX.
También la compañía de cruceros Phantom, del grupo estadounidense Carnival, tendrá un primer viaje a la isla en mayo con el buque Adonia 1, con capacidad para unos 700 pasajeros.
Las reservas para el crucero a Cuba tienen precios bases desde mil 800 dólares por persona en camarote interior, hasta siete mil 320 dólares en una suite.
Por el momento, el viaje de siete días contempla las limitaciones impuestas por las autoridades estadounidenses y solo ofrece a los viajeros programas de intercambio cultural.
Esa es precisamente una de las 12 categorías autorizadas como parte de un relajamiento del bloqueo económico, comercial y financiero que enfrenta el pueblo cubano.
La embarcación turística partirá del puerto de Miami los domingos y realizará un bojeo del archipiélago con paradas en La Habana, Santiago de Cuba y Cienfuegos.
Además, los operadores del crucero programarán actividades con temática cubana, música, películas y otras muestras de la cultura cubana, incluidas clases en español.
La mayor de Las Antillas, escenario ideal para el turismo en el Caribe, apuesta por la incorporación de nuevas modalidades capaces de apoyar la estrategia de diversificación en el ámbito de la industria del ocio.
Por ello, tradicionales programas de sol y playa se combinan ahora con las opciones del turismo de cruceros y circuitos en el Caribe para aprovechar el potencial existente en el archipiélago.
Precisamente, esas ofertas encuentran espacio en la preferencia de los vacacionistas al sumar elementos vinculados a la naturaleza, náutica recreativa, cultura, tradiciones y gastronomía.
El desplazamiento de los visitantes está garantizado por las conexiones que ofrecen cerca de 40 aerolíneas con cinco decenas de ciudades de todo el mundo, con una extensa red de aeropuertos internacionales en la isla.
Los desplazamientos internos están a cargo de las aerolíneas Cubana de Aviación, Aerocaribbean y Aerogaviota, mientras que se añaden los servicios de siete marinas internacionales, la Hemingway de La Habana, Dársena de Varadero, Gaviota Varadero, Gaviota Holguín y Marlin Santiago.
También operan embarcaderos en Marlin Cienfuegos, y Marlin Cayo Largo del Sur, unido a tres terminales de cruceros en La Habana, Santiago de Cuba y Cienfuegos.