La mayor de Las Antillas, pieza clave en el escenario turístico del Caribe, cuenta con atractivos suficientes para complementar las ofertas de ocio presentes en la región.
Unido a excelentes zonas de playa, riqueza patrimonial, cultura e historia, la opción del multidestino gana protagonismo para conformar propuestas novedosas destinadas a los diversos segmentos de la industria turística.
Para los especialistas, esa modalidad brinda la oportunidad a los turistas de conocer los lugares más atractivos de cada país y la identidad que define a sus culturas.
Además, esa alternativa recreativa permite que cada destino sea un complemento del paquete turístico general, por lo que los clientes podrán encontrar en cada sitio una opción diferente.
Los planes en esa dirección apuntan a crear en el Caribe la mejor zona turística del mundo, la más hermosa, de mejor servicio y la de mayor atractivo.
En ese sentido, la isla dispone de una diversidad de destinos para el desarrollo de una oferta variada y de opciones junto a las demás plazas turísticas de la región, la cual goza de excelentes recursos naturales e instalaciones.
Bajo esas premisas, existen condiciones para diseño de rutas históricas culturales, asociadas a las fortificaciones como magníficos exponentes de la arquitectura militar que atesora el Caribe.
En efecto, para ello está el origen común basado en una realidad histórica de una región que en épocas remotas estuvo infestada de corsarios y piratas.
Ejemplos de ello se encuentran en los complejos de fortalezas edificados en La Habana y Santiago de Cuba, considerados entre los más relevantes de la región.
También se inserta en esa alternativa la llamada Ruta del Esclavo, con una especie de turismo que preserva la memoria de aquellas personas traídas a la fuerza desde África para satisfacer las necesidades de mano de obra de la colonia.
Por otra parte, el Caribe se ha consolidado como el principal mercado de cruceros del mundo con una cuota de participación del 40 por ciento del total del sector.
En ese entorno Cuba regresa de forma paulatina a esa modalidad turística, tomando en cuenta el otorgamiento de permisos excepcionales por el Departamento del Tesoro estadounidense a varias navieras.
El crucero Adonia, de la compañía Carnival, ya comenzó sus operaciones en la isla y la firma Royal Caribbean solicitó para la próxima temporada empezar con 72 escalas entre La Habana y Miami.
Desde puertos nacionales han zarpado, a su vez, el Thomson Dreams, Louis Cristal y MSC Opera, de la empresa MSC Crociere, la cual incluirá otra embarcación en la etapa 2016-2017.
De ahí que los cruceros constituyan otro elemento a favor del multidestino turístico, con vistas a lograr el desarrollo armónico entre todas las puertas de entradas caribeñas.