La mayor de Las Antillas, involucrada en un ambicioso programa de desarrollo para el sector turístico, promueve la diversificación de las opciones dirigidas a los vacacionistas foráneos, muchos de ellos atraídos por la rica historia cubana.
Centenares de kilómetros de excelentes playas, favorecidas por la blanca arena y cálidas aguas, se suman a la riqueza natural, facilidades para el buceo y la náutica recreativa, en un país rodeado de agua.
Sin embargo, la historia de la isla, descubierta en 1492 por el Almirante Cristóbal Colón, se presenta como uno de los platos fuertes en el menú de ofertas a disposición de los miles de visitantes que acuden cada año a esta nación caribeña.
Precisamente ese elemento convierte a la capital cubana, ubicada entre las siete primeras villas fundadas por los españoles -en aquel entonces San Cristóbal de La Habana-, en pieza clave de numerosos programas turísticos, en especial el centro histórico de la ciudad.
Esa zona de la urbe, conocida también como La Habana Vieja, fue clasificada en 1982 por la UNESCO como Patrimonio Cultural de La Humanidad, con un área de 4,5 kilómetros cuadrados rica en exponentes de la arquitectura colonial, costumbres y tradiciones de casi cinco siglos.
Para aquellos que prefieren compartir su estancia con un entorno pleno de recuerdos centenarios, la compañía Habaguanex S.A. brinda facilidades de alojamiento en una red de hoteles y hostales, donde el Valencia ocupa un lugar privilegiado.
Inaugurado en 1989, el Hostal Valencia ocupa la antigua casa del Regidor Sotolongo, construida originalmente para vivienda a finales del siglo XVIII, ahora con 12 habitaciones (de ellas tres suites) para el turismo.
El centro, donde se rinde culto a las tradiciones valencianas, se localiza en una posición privilegiada, a escasos metros de la Plaza de Armas (una de las primeras en la ciudad) y de la Basílica de San Francisco de Asís, y de restaurantes de primera línea como Al Medina y La Mina.
Asimismo, los interesados en las ofertas de la cultura cubana pueden acceder desde el Valencia a la Plaza de la Catedral, el centro Wifredo Lam, la Casa Guayasamín y el Museo del Automóvil, así como al hostal Conde de Villanueva y el Hotel Santa Isabel.
La madera de sus techos y barandas y la excelente herrería de sus balcones dan luz y frescor a sus habitaciones, todas con las facilidades que aporta la época moderna, entre ellas baño privado y minibar.
Los atractivos del Hostal Valencia incluyen una Casa del Tabaco, con la habitual oferta de los mejores puros cubanos, en tanto la gastronomía se centra en el restaurante La Paella, donde se elabora el plato de igual nombre y que incluso ha obtenido varios primeros premios en Concursos Internacionales de culinaria.
En el entresuelo de la casona colonial, el bar Nostalgia traslada a los visitantes lo mejor de los años 50, con una oferta centrada en el bolero e interpretada por músicos de prestigio, la cual puede ser acompañada con "Sábanas Blancas", el trago de la casa.
Las bondades del Valencia se integran además junto a su vecino El Comendador en un complejo único, listo para responder a las exigencias del turismo moderno en un ambiente colonial.