La Mayor de Las Antillas, destino turístico por excelencia en la región del Caribe, muestra una sostenida expansión de la industria del ocio que requiere del respaldo en infraestructura y el personal para la explotación de las instalaciones.
La estrategia de elevar la eficiencia y calidad del servicio a los visitantes pasa por contar con los profesionales necesarios en las diversas actividades que contempla el sector.
Para cumplir con ese propósito, opera el sistema de Formación Turística (FORMATUR), el cual abarca unas 16 escuelas en toda la isla para la preparación de especialistas y directivos vinculados con el sector recreativo.
Por año, este sistema califica a más de ocho mil educandos en cursos de diferentes tipos y duraciones, además de colaborar en aspectos técnicos con el Ministerio de Turismo (Mintur) de este archipiélago.
Asimismo, en Cuba, se suman a estos esfuerzos las Facultades de Turismo de las Universidades, con seis centros de alto nivel de este tipo en toda la nación.
Además, como complemento operan Hoteles Escuelas en Santa Lucia, Santiago de Cuba, Bayamo, Ciudad de La Habana y Varadero.
Este sistema ofrece cursos de formación básica y de idiomas (Inglés, Francés, Alemán e Italiano), y preparación en mandos intermedios y superiores.
En sus perfiles, incluyen cocina, panadería y dulcería, cantina, regiduría de piso, recepción hotelera y animación turística, entre otros.
La realidad confirma la importancia del esfuerzo, pues Cuba recibió más de dos millones de visitantes en el primer semestre del 2016, con un crecimiento del 12 por ciento con respecto al año anterior.
En ese entorno, Canadá se mantiene en este periodo como primer emisor de turismo a la isla, seguido por Estados Unidos, España, Italia, Polonia y Alemania, unido a una mayor presencia de estadounidenses, amparados por las licencias que otorga la administración norteamericana en 12 categorías específicas.
También se activaron los vuelos regulares entre Estados Unidos y Cuba, lo cual crea condiciones para una mayor afluencia de viajeros, a lo que se suman nuevos enlaces desde diversos destinos del orbe.
Por ello, se activó una política que incluye la construcción de varios hoteles y la reparación de otros en la capital y en otras ciudades cubanas, con las cuales mejoran las condiciones para posibles crecimientos futuros.
La isla comercializa más de 62 mil habitaciones hoteleras a las que se deben sumar este año unas 13 mil, con la meta a mediano plazo de llegar a 85 mil en el 2020.
Reservas naturales, de la biosfera, paisajes naturales, parques nacionales y áreas protegidas conforman una extensa red de ofertas, marcada por su riqueza, excelente conservación y características únicas que la distinguen en la región.
La isla dispone además a su favor de la herencia arquitectónica aportada por la presencia española y bajo la influencia europea de años posteriores a la época de la colonia.