La mayor de Las Antillas, beneficiada con un sector turístico en franca expansión, apuesta por diversificar las opciones recreativas para satisfacer la demanda de los vacacionistas nacionales y foráneos.
A las tradicionales ofertas de sol y playa, con balnearios de excelencia como Varadero y Santa Lucía, se suma el turismo de naturaleza, las actividades náuticas, cultura e historia, unido a las propuestas de deportes extremos y de aventuras.
Además, el ocio va mas allá de la isla grande y se suman las diversas opciones que ofrecen zonas como Jardines del Rey, al norte del territorio de Ciego de Ávila, la cayería de la región central (con Santa Marina a la cabeza), Cayo Largo del Sur y Levisa, en el occidente.
La primera de esas zonas agrupa a cayos como Coco, Guillermo y Paredón Grande, donde su belleza llevó al adelantado Diego Velázquez a nombrar ese lugar en homenaje al monarca español Fernando El Católico.
Cerca de dos decenas de instalaciones conforman la infraestructura de alojamiento en el referido destino, las cuales aportan de conjunto unas nueve mil habitaciones en un programa de expansión en desarrollo.
Unido a ello esta el novedoso parque de escalada Rocarena o Torre de Cristal, ideal para los amantes del turismo de aventuras.
Primero de su tipo en Latinoamérica, posee 13 metros de altura en tres niveles y 18 mástiles de 32 metros, con capacidad para 120 personas, quienes pueden disfrutar al unísono de las variadas atracciones que ofrece la instalación.
La instalación, con un singular diseño, es administrada por el grupo cubano Palmares y dispone de 90 atracciones de diferentes grados de dificultad para escalar de forma horizontal y constituye una atracción para cualquier tipo de cliente, incluidos los niños.
En efecto, el primer nivel, de solo un metro de altura y con 12 atracciones, pueden escalarlo los niños entre cuatro y ocho años de edad; y en el tercero, una plataforma sirve de mirador.
Además de disfrutar del ascenso, quienes se atreven a traspasar el umbral de la Torre, disfrutan de atracciones adicionales como el flying fox (vuelo hasta un poste intermedio y desde allí al suelo), columpio gigante, caída libre y el recódromo (escalada con un sistema de autobloqueo y frenos automáticos).
En la familia de los cayos en la zona, Guillermo es uno de los de menor tamaño, con apenas 18 kilómetros cuadrados de extensión, aunque abundantes en una flora que incluye además especies como la caoba, los almácigos y las sabinas.
Entre sus atributos destaca playa Pilar, catalogada por expertos entre las mejores del mundo, con dunas de hasta 15 metros de altura, una de las más significativas en el área del Caribe.
También se localizan más de 30 sitios apropiados para la práctica del buceo u otro tipo de deportes náuticos, así como el Kite Surf especialmente en Cayo Guillermo.
La cercanía de una barrera coralina de 400 kilómetros, considerada por los expertos como la segunda en importancia a nivel mundial -después de la australiana- añade un toque de distinción a la oferta.