La capital cubana, con una historia cercana a los cinco siglos, acumula un legado inigualable en materia de valores patrimoniales, cultura e historia que despierta el interés de visitantes y nacionales.
Decenas de inmuebles de épocas anteriores se localizan en el centro histórico de la urbe, donde también se erige el Capitolio, segundo punto más elevado de la ciudad.
Destinado en sus orígenes como sede del Congreso de la Republica, fue edificado en poco más de tres años, con unos 26 mil metros cuadrados de jardines diseñados por el urbanista francés Jean Claude Forestier, con paseos, aceras, bancadas y un centenar de farolas.
Para su construcción se utilizaron cinco millones de ladrillos, 150 mil bolsas de cemento, 32 mil metros cúbicos de arena y otros áridos, tres mil 500 toneladas de acero estructural, dos mil toneladas de cabilla, 40 mil metros cúbicos de piedra y 25 mil de piedra de Capellanía, que se trasegaba en bloques de hasta nueve toneladas por vía férrea.
A la entrada principal lleva una escalera de granito con 16 metros de ancho y 55 pasos, escoltada por dos esculturas en bronce del artista italiano Angelo Zanelli; por la izquierda, la que simboliza el trabajo y por la derecha, la que representa la virtud tutelar del pueblo.
Además, la Estatua de la República, laminada en oro y ubicada sobre un sólido pedestal de mármol ónix.
Con una altura cercana a los 20 metros y un peso de 49 toneladas está considerada la tercera mayor del mundo bajo techo, después del Buda de Oro de Nava, en Japón, y el Lincoln de Washington, en Estados Unidos.
En su composición figura el llamado Salón de los Pasos Perdidos, en cuya construcción se utilizaron más de seis variedades de mármoles finos en un espacio de mil 740 metros cuadrados.
Otros son los encantos añadidos del inmueble como los salones Baire, Bolívar, Baraguá, Yara, Jimaguayú, Martí, el Hemiciclo Camilo Cienfuegos, o las Escaleras del Honor, referencias a celebridades, y puntos de la historia de la Isla y la América.
En su interior resaltan asimismo las 42 puertas que dan acceso a las logias y extremos del edificio, los 25 bancos italianos finamente trabajados y los 32 candelabros o torcheras fundidos y cincelados en Francia.
A su alrededor destacan sitios de interés para turistas como es el caso de la Real Fábrica de Tabacos de Partagás, el Parque Central, La Fuente de La India, y el Paseo del Prado o José Martí (en honor al Héroe Nacional Cubano)
Ya después de 1959, con la Revolución en el poder, unió su destinos al conocimiento hasta nuestros días, al servir de sede a la Academia de Ciencias de Cuba y al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) y ahora recuperar su función de sede del legislativo.
Encuentros, exposiciones, actos solemnes y actividades empresariales colman los programas de actividades de sus amplios salones en la actualidad, unido a la difusión de la herencia histórica y arquitectónica del edificio.